Vadiello, paredes del elefante y del muerto, 1 de Octubre de 2.011

Buenos días,

Uno de lo mejores días de escalada en mi corta vida como escalador, aunque a lo tonto, ya va algo más de un año colgado. Conocía por primera vez esta clásica escuela oscense de la mano de uno de los mejores anfitriones que podía tener, Quique.

Laura y Quique disfrutando de la brisa, el Sol, las vistas...

Habíamos quedado para calentar con Nuria y Giorgio en la pared del elefante. Ellos había salido antes porque tenía que volver antes aunque, a la postre, volvimos de allí a la vez. Quique, Laura y yo llegamos cuando todavía estaban en la primera vía Focus, V que después de subir ellos, desmonté. También hicimos que comparte reunión, Astérix, V. Un poco más a la izquierda, y algo más largas, Abrirse en canal, V más técnica y bonita y Hay canto bueno, V. Para terminar de calentar y antes de irnos a otra parte, subimos Pera limonera, V+ algo más corta que la anterior pero picantona.

Giorgio apretando en Astérix, V

Nuria, asegurada por Giorgio en Focus, V

El enclave del parque natural de Vadiello, con los Mallos rojos dominado el lugar y el pantano a los pies, los distintos sectores con rocas muy variadas; desde el típico "garbanzo" de Vadiello, hasta el conglomerado, las chorreras o placas de caliza hacen que haya escalada para todos los gustos. La variedad de grado, también acompaña a la calidad de la roca. El clima, la altura, proximidad a Zaragoza... Un lugar perfecto para la escalada.

Vista del pantano desde la pared del elefante

Los mallos colorados de Vadiello dominando el lugar...

Ya en la pared del muerto, Quique, montó su proyecto que, a pesar de haberlo encadenado en polea ya, quiere ponerle el punto rojo. Un 8b de desplome y continuidad. 40 metros que comienzan por una chorreras y siguen por buen canto, continúa tras un reposo de rodllas unos metros más hasta una placa y todavía estira un poco más hasta la cadena. Es un día en el que empezamos algo empanados subiendo pero nos despejamos según avanza el día.

Quique en el reposo de rodillas descansando brazos

Pie de la vía con sus chorreras de bosque encantado...

Alternamos los pegues que Quique le dió a su proyecto y las series que repitió en la sección clave del mismo, con otras vías muy interesante en esa parte de la pared. La primera que hicimos fue La oreja rota, 6a+ de 30 metros, más larga de lo que Giorgio y yo, que fuimos quienes la hicimos, estamos acostumbrados a escalar. Giorgio la montó y cuando quise repetirla de 1º Quique me dijo que, mejor, la probara antes en polea... La verdad es que no era mi idea, pero le hice caso. Me tragué el orgullo y seguí su consejo. El me ha visto escalar y ha subido la vía. La verdad que me vi bien. La subí sin atascarme y con bastante continuidad, recogiendo las cintas al subir y teniendo que esforzarme más en los mismos pasos en los que Giorgio había encontrado más dificultad. Después de hacerla, más bien de gozarla porque es un pedazo de vía: lajas, regletas, placa, cazos, romos, pinzas... Y un recorrido muy guapo cuyas primeras chapas comparte con Bin Laden, 7b+ y, la llegada a la reunión teniendo que chapar desde una chorrera, es bastante curiosa y bonita como colofón final, me sentí satisfecho y contento. Es posible que la vuelva a hacer, esta vez de primero.

Me gustó el hecho de haber seguido el consejo de Quique, a pesar de que creo hubiera podido subirla de 1º, pero estas cosas a mi, en vez de hacerme de menos, siento que me hacen bien! Otra experiencia de aprendizaje que de deja la escalada más allá del deporte...

Quique le dió un pegue buenísimo a su proyecto, llegando de tirón hasta más allá de los 30 primero metros! Fijo que este año la encadena... Nos dimos mútuamente la enhorabuena y volvimos a la otra parte donde Giorgio montaba Barrio Sésamo, 6a que luego subirían Nuria y Laura de segundas y yo hice a vista y desmonté. Otra vía chula con principio y final más durillo, que le da el grado de unos 18 metros.

Laura, especialmente inspirada el sábado, encadena Barrio Sésamo, 6a en polea

Finalmente, con la luz despareciendo ya, un último pegue de Quique a su vía y para el coche. Un día muy bueno, que nos cundió y llenó deportivamente hablando, pero que disfrutamos aún más por el ambiente que tuvimos los cinco que nos juntamos. Otro día, más, sin duda...

Como siempre, os dejo unas foticos del día ;)