Este domingo, aprovechamos las buenas condiciones que la nieve ofrecía para acercarnos a la parte Francesa del Somport en el Pirineo para hacer una marcha con raquetas hasta el Ibón de Estanés.
Quique, Carol y Laura, al comenzar la marcha
Como todavía no puedo hacer todo el deporte que me gustaría, aprovecho para hacer aquellos que no solo puedo, si no que me convienen para recuperarme totalmente de la lesión que arrastro desde finales de otoño. Así que el sábado a media tarde, quedamos Carol y yo con Quique y Laura que venían de escalar en Alquézar. Dejamos un coche en la gasolinera del eroski y pusimos rumbo a Jaca.
Tras preparar todo lo del día siguiente y encerrar a los pingüinos que andaban sueltos por la casa, prontito a dormir que, aunque al día siguiente no madrugabamos mucho para así evitar el frío de las primeras horas del día, la semana había sido larga y apetecía echarse en la cama. Aunque a Quique costó callarlo, pronto caímos todos...
Panorámica desde la salida del bosque, con Carolina a la izquierda descansando tras la subida
A la mañana siguiente, con un día especatacular, bajamos todas las cosas al coche y partimos hacia Francia travesando el alrgo túnel del Somport. No atinamos a la primera con el parking, pero finalmente sobre las 11.30 nos bajamos del coche y calzamos las raquetas. Justo entonces, aunque ya desde nada más atravesar la frontera, el cielo estaba muy cubierto, empieza a nevar. Aunque suave, con las horas creció en intensidad.
Os dejo un pequeño vídeo :)
Ya desde las primeras rampas del bosque, nos vamos cruzando con bastantes esquiadores y senderistas con raquetas. La mayoría, españoles... Tras ganar altura y plantarnos en lo alto del recorrido, el tiempo empeora y, aunque la temperatura se mantiene, perdemos visibilidad y la nieve comienza a caer con más fuerza. El paisaje, durante toda la marcha, es impresionante y, sólo por esas vistas, ya ha merecido la pena el viaje. Disfrutamos del recorrido a cada metro y lo gozamos entre risas hasta que, a pocos metros del Ibón, decidimos emprender la vuelta al coche por dos motivos: la niebla se nos está echando encima y, a pesar de que Quique a traqueteado el camino, no queremos arriesgar innecesariamente y porque tampoco vamos a poder ver nada más al estar las nubes tan bajas y nevando.
Sacando chispas a mi Harinezumi A+++, las fotos quedaron muy chulas...
Aunque nos ha dado un poco de rabia, más tarde veremos que ha sido la decisión acertada ya que otros senderistas que vemos llegar, nos dicen que no han conseguido llegar ni ver nada, teniéndose que dar media vuelta a marchas forzadas.
Quique consultando el GPS tras decidir dar media vuelta
Paramos en Canfranc a tomar un café caliente, recogemos todo y llegamos a las 20.00 a Zaragoza. Una maravilla de fin de semana en mejor compañía. Como siempre, os dejo algunas foticos más de la excursión, muy fácil y disfrutona. Recomendable 100%, ¡Hasta la próxima!
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