Escapada de última hora a Morata con Quique. Iba a ser sólo la mañana, pero volvimos a media tarde a casa. Muy cansado y, aunque al principio el hombro no me transmitía muy buenas sensaciones, poco a poco fue entrando en calor y no tuve problema, terminando el día satisfecho por los largos en roca que le había metido.
Nunca te cansas de admirar en silencio las formas de las paredes de Chodes
Comenzamos en la aguja negra, en una vía nueva que había sido equipada con el culo. Digo esto porque la primera chapa se pone desde el suelo, pero la segunda la pones con la primera a un metro de los pies. Además, la vía va con las chapas a un metro a la izquierda, induciéndote en ocasiones a cometer el error de seguir las mismas y meterte en tramos de placa sin nada sobre lo que progresar; ni agujeros, ni regletas, ni nada... Y no lo digo yo, lo dice un tío que lleva más de 30 años escalando y sabe un rato de esto. El caso es que ahí calentamos y sería un V+ de 30 metros plaquero que hecho por su sitio, no estaba nada mal.
Para continuar, Quique me anima a darle a una vía cinco estrellas, Licoreta, 6a+ con una entrada de fisura en bavaresa algo lavada pero muy técnica y de movimientos muy finos. Preciosa. Un contínuo disfrute en placa de escalada técnica, muy de pies y con algún bloqueo ya más fuerte, con un paso superando un bloque poligonal que le pone más color aún y que termina con una salida en placa con cazos para llegar a la cadena. Muy recomendable.
Sólo vimos dos escaladores más haciendo "Dioses caídos" en la gran placa
Huyendo del Sol, nos vamos al puente de roca y esta vez, hacemos la trilogía de vía de la parte de arriba a la izquierda; Paranoia, 6b+, Metanoia, 6b y Chúpame **** 6a+. Yo sólo le doy a las dos últimas, que para ser segundo día, vale y empiezo a estar cansado y sin piel, hace calor y no conviene abusar estas primeras salidas a roca del hombro "nuevo". El 6a+, es algo raro, pero de calidad y la escalada, también muy de pies, agradecida. Disfruto con cloqueos algo más fuertes y, sobre todo, viendo que el hombro responde, que es de lo que se trata estas primeras salidas. Siento que me falta resistencia, ya que en todas las vías termino sacando los pasos a la primera aunque me los flashean, o descansando a la segunda, sin escaquear ninguno, pero lo dicho, falta resistencia. Aunque es un problema menor. Una cuestión de tiempo.
Yo termino la jornada, en otra clásica cinco estrellas del sector, según me dice Quique de las mejores, sino la mejor, vías de sexto grado de Morata, Metanoia, 6b que me resulta más sencilla, aunque más física que su vecina. Una vía que comienza en ligero desplome y continúa en placa con unas secuencias de movimientos de regleta-regleta-bidedo muy bonita. También los pies, juegan un papel importante en esta escalada. Hay un paso clave de bidedo invertido a mitad de vía que cuando llegas encadenando tiene su gracia y antes de la llegada a la reunión, hay una panza que se supera con estéticos movimientos y bloqueos sobre regletas crispando los dedos.
Una gozada de día que para mi termina y me dedico a disfrutar asegurando a Quique a la sombra en el 6b+ y en "la plancha" / Placeres inciertos, 7c+ donde sólo quiere hacer series para desentumecer el cuerpo después de sus exámenes. La vía, de picados en desplome que llega hasta el techo del puente de roca, tiene unos movimientos superatléticos con una entrada potente (que Quique hace de tirón) y un chapaje en la tercera cabrón, la salida a la reu, aunque puñetera, también la hace.
Después de un rato, recogemos y nos vamos satisfechos.
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