El día de San Jorge desde el club Os Andarines se organiza la Jorgeada. La noche del 22 se comienza el camino a pie hasta Huesca con motivo del día del patrón de Aragón. Este año la sección de alta montaña, para aquellos que preferimos andar en otro plano y terreno..., propuso una salida alternativa.
La idea original era hacer noche en refugio y subir el Aneto pero el pronóstico del tiempo no daba muchas posibilidades de éxito por lo que se optó por una salida más cercana y corta en tiempo. De esta forma, a pesar de que el pronóstico metereológico tampoco era muy bueno..., se podía optar a hacer algo.
El objetivo era el pico Infierno desde Panticosa por Pondiellos, otro 3.000 cercano. A las 06.00 a.m. ponemos rumbo al valle de Tena Carlos, Edu, Miguel Ángel y yo y a las 08.00 a.m. ya estamos andando.
El camino desde el principio es ascendente. Común en su primera parte a la ascensión al Garmo Negro. Primero vamos progresando entre bosque para después, alcanzar un terreno más árido en vegetación donde la nieve comienza a hacer acto de presencia, tanto la que comienza a caer como la acumulada en forma de blanco manto que, en torno a los 2.000 metros ya nos hace calzarnos los crampones.
Seguimos a buen ritmo, superando más de 400 m. de desnivel en apenas una hora. De horario vamos según lo previsto pero cada vez nieva con más fuerza y en algunos momentos el viento arrecia. Apenas hacemos paradas y, sólo en la pala del corredor con una inclinación de 40º nos tomamos un par de respiros y comemos algo.
Se va cubriendo más y más, las nubes nos engullen y la nieve no cesa de caer. Nos vamos hundiendo cada vez más, hay más de un palmo de nieve polvo recién caída en torno a los 2.700 m. Decidimos alcanzar el collado de Pondiellos y decidir según veamos el panorama. No tiene buena pinta.
Al llegar al collado el viento es más fuerte y los copos más densos. Aunque en algún momento hace amago de clarear, no se ve nada y decidimos dar media vuelta. Calculamos que a las 14.00 podemos llegar al refugio casa Piedra y consolarnos con el menú del día y unas cervezas. Tampoco es mala... Hemos llegado a 2.830 metros y superado la parte más dura de la ascensión.
Carlos se dispone a bajar con esquís. Nos va esperando para ir todos juntos. La bajada, como casi siempre, es pesada. Nos vamos hundiendo mucho en la nieve, en ocasiones hasta la cintura y constatamos lo inclinado de la subida, que al ascender no nos parecía tanto. Poco a poco deshacemos lo andado y la nieve va transformándose en lluvia.
La confluencia del frente del Este con una nueva borrasca, que estaba previsto se formara y chocara con este en la parte occidental del Pirineo a media tarde, se ha adelantado y hemos hecho bien dándonos la vuelta. Habrá ocasión.
Algo mojados llegamos al coche satisfechos por el esfuerzo, el paisaje del que hemos disfrutado y la compañía. Nos cambiamos y entramos al refugio a disfrutar de la merecida recompensa. Jarras de cervezas, judías con guindilla, bacalao y arroz con leche. Al coche y hasta otra.
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