Este fin de semana venía mi prima Paula a Zaragoza. Ha empezado a escalar hace poco más de un mes y quería hacer un curso de iniciación. Además, los dos teníamos ganas de escalar juntos y compartir esa pasión por las montañas, las rocas y el deporte, así que le dije que contratara a los mejores: Guías Cara Oculta. Rober y compañía tienen verdadera vocación por su trabajo, conocimientos, derrochan generosidad, transmiten motivación y además saben hacer que te lo pases de coña.
Mi prima y yo preparados para la primera vía |
"Al mal tiempo, buena cara oculta" Y es que este fin de semana las previsiones metereológicas no eran las más deseables. Lluvia y frío pero ¿Qué es eso para una titana que viene de Pamplona...? Na'. Tras enseñarle el tablón desplomado, el rocódromo donde entreno, mi prima y yo nos fuimos a casa a prepararlo todo para la mañana siguiente. Confiados en que nuestra ilusión era más fuerte que el cierzo y el agua, nos motivamos cenando pizza y cerveza mientras veíamos y comentábamos vídeos de escalada.
Panorámica desde la reunión de "Eva y los civiles, V+" de los diferentes sectores y agujas |
A las 8 de la mañana del sábado ya estamos en ruta. El suelo está seco, el cierzo ha hecho su trabajo y aunque nos chispea de camino al Albergue de Calcena, nuestro campo base este fin de semana, el Sol luce y parece que vamos a poder escalar.
Tras tomar un café nos reunimos con Rober. Nos lleva a su casa, muy cerca del Albergue y entramos al cuarto de material. Allí empieza el curso para mi prima Paula. Rober le explica los diferentes materiales necesarios para escalar, diferenciándolos por tipos de escalada a la vez que le explica las diferentes disciplinas de este deporte. Mientras, aprovecha para preparar el material y todo lo necesario para la primera escalada del día.
Rober le muestra y explica los distintos tipos de seguros que pueden necesitarse |
Salimos con todo ya para la pared. Vamos a aprovechar la ventana de buen tiempo que parece va a hacer hasta el mediodía escalando una vía de 3 largos de corte deportivo, completamente equipada. Aunque en principio íbamos a hacer una vía más fácil, buscando el Sol acabamos en "Eva y los civiles, V+ (V+, V+ y IV+)". Una bonita vía que nos sube hasta lo alto de la peña de la mesa y nos permite disfrutar de la panorámica de los sectores y agujas más cercanas.
Paula en el último largo de "Eva y los civiles, V+" |
Rober abre la vía y mi prima va a continuación. Yo, el último de escoba. Subimos rápido pero disfrutándola y sintiéndonos afortunados por poder escalar a pesar del tiempo pronosticado. Además, esta zona de la cara oculta tiene algo que enamora. Es una belleza agresiva la de las formas de sus paredes, colores, el frío... Pero magnética. Atrae en silencio, como el que se respira por la villa de Calcena y los otros pueblos vecinos (Purujosa…). Lo apartado del lugar y no cómodo a nivel de accesibilidad recompensan el esfuerzo necesario para llegar hasta aquí con un tesoro parcialmente oculto, ya que quedan muchos lugares del entorno por conocer de verdad y explotar todo su potencial.
Llegando a la reunión... |
Tras cambiarnos los pies de gato por las zapatillas, nos movemos hacia la reunión de una de las vías vecinas, la que en un principio íbamos a escalar para rapelar por ella. Rober monta el rápel y le enseña la técnica a mi prima. El rapela primero y después mi prima con Rober asegurándole por si hubiera cualquier incidente. Después me reúno con ellos. En el último rápel comienza a llover así que decidimos retirarnos al refugio a comer algo y continuar con la teórica.
"...Déjate llevar por la Cara Oculta"
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Tras un rato en el que mi prima aprende las técnicas básicas del chapaje y, en función del tipo de reunión que encuentre en el top de la vía, la maniobra de descuelgue que ha de realizar, nos atrevemos a acercarnos de nuevo a los sectores más próximos a la carretera. Allí, vemos que como ha parado de llover y sopla el viento, podemos escalar algo más. Terminamos la jornada escalando y poniendo en práctica lo aprendido de chapajes, guiar la cuerda, reuniones, etc. en dos cortas vías de deportiva de V+ y IV+.
Paula practicando lo aprendido sobre maniobras de descuelgue desde una reunión |
Asegurando a Paula de primera en un V+ |
El Sol se pone y Rober nos enseña Purujosa, el pueblo vecino. Aún es posible ver los barrancos que rodean el pueblo y disfrutar de la belleza y encanto del paisaje, el pueblo, la ermita... Ha sido un día perfecto en el que entre todos nos hemos impuesto al mal tiempo. Lo terminamos cenando en el albergue y tomando una infusión con Rober y charlando hasta que nos entra el sueño y nos despedimos.
A la mañana siguiente, tras haber descansando en el silencio de la noche, nos pegamos un buen desayuno y desperezamos dando un paseo por el pueblo. Comienza a nevar. Está precioso todo pero no pinta bien para escalar... Vamos a dar los buenos días a Rober a su casa que está terminando de desayunar y nos contagia su entusiasmo por hacer una actividad "alternativa". Así que tras coger todo el material de escalada clásica, nos vamos a la furgo.
Estéticas formas las de la cresta de estas peñas |
Recorremos una pista que se toma al salir del pueblo en dirección a Trasobares a la izquierda (GR90.1) para seguirla hasta algo más allá de una de las eras que hay... Dejamos allí el coche ya que el camino no está en muy buen estado. Cargamos con todo y empezamos a andar. Seguimos la pista hasta llegar a la altura de lo que parece una balsa para recoger agua y un corral derruido allí nos desviamos y comenzamos a subir hacia las peñas por un sendero a veces no muy evidente. No parece muy transitada la zona...
Conforme nos acercamos a la base de las peñas, intuimos la entrada a la cueva de las grajas. En estos momentos nieva con cierta fuerza. Es una pasada... La entrada a la cueva es grande y, la cueva, más todavía... Algo así como dos pabellones de futbol sala juntos.
Nunca se ha escalado allí hasta el momento. Quizás en parte porque puede que ese espacio forme parte del parque natural. Cuestión por la que vamos a ser extremadamente respetuosos con nuestra actividad. Si que encontramos tres spits en un bloque de roca en uno de los extremos de la cueva. Rober piensa que han podido ser montados por espeleólogos para hacer una tirolina y practicar recates en actividades en la cueva. Esta cueva tiene dos galerías que conectan y, una de las entradas, aunque debidamente indicada nos asusta por lo profundo de esta galería y la caída que podría haber.
La cueva, no sólo por tamaño, sino también por sus formas, la roca, el sitio, etc. tiene unas posibilidades increíbles para la escalada. Está nevando fuera y dentro estamos perfectamente. Además la gran entrada dota de luz natural la cueva y no es necesaria durante el rato que estamos ninguna iluminación adicional más.
Al querer respetar el entorno y no taladrar la pared, intentaremos abrir una vía para probar la roca y una posible línea, con técnicas de escalada clásica; seguros flotantes, cordinos en puentes de roca y el mínimo número de clavos posible. Tras inspeccionar las distintas posibles líneas, nos decantamos por la que parte justo encima de la entrada de la galería que anteriormente he nombrado.
Rober abriendo "Goizueta, 6b - E5" en la cueva de las grajas |
Rober se atavia con todo lo necesario para subir por esa pared virgen. Conforme progresa y va colocando friends, cordinos y un clavo va disfrutando de la calidad de la roca y de lo bonito de los movimientos. Ha tenido muy buen ojo y es que, el que sabe, sabe... Desde abajo ya ha leído la roca perfectamente y adivinado las posibilidades de instalar seguros en función de las formas que veía. También es correcta su intuición de encontrar un espacio apto para montar una reunión arriba del todo, justo donde empieza el techo y va a terminar nuestra vía.
Con todo montado, incluida la reunión con un tricam, un clavo, un puente de roca y un friend, llega el turno de Paula y mío. En polea probamos la vía y disfrutamos de la escalada en un itinerario de buena roca, con buenos agarres y pues en ligero desplome y en un lugar alucinante. La visión de Rober no ha podido ser más acertada.
Paula llegando a la "r" de la vía |
Reposando tras superar el techito de entrada a la vía |
En un último pegue, Rober desmonta la vía dejando únicamente un par de cordinos y clavos en la pared. Tiene el detallazo de bautizar la vía como "Goizueta, 6b - E5" en honor nuestro. Son casi las tres de la tarde y sólo queda recoger todo, volver al coche y despedirnos en una comida de picoteo con lo que cada uno tenemos por las mochilas en su casa. Evaluamos el finde muy positivamente por parte de los tres y nos despedimos hasta la próxima. Porque seguro que habrá otras.
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