Por fin nos dejan salir. Absurdeces que nos prohíben hacer deporte al aire libre pero sí hacinarnos en espacios cerrados (centros comerciales, supermercados, etc.) por el "Vamos a hacer algo y que parezca que tenemos el control...". Lamentable. Este virus nos ha dado un golpe de realidad y dejado en evidencia a unos más que a otros. Lo dejo aquí porque me caliento y prefiero hablar de lo bueno, de lo bonito... De lo/as que sí valen.
Ayer sábado, con más ganas que fuerzas quedo con Tornillo para recoger a Jorge, Antuan y Luismi en Cadrete. Destino: Trasobares. Con el mismo buen tiempo que justo hace un año (24F) volvemos a esta escuela intentando evitar la masificación de Morata y Foz.
Cuando llegamos, mucha gente. Estamos allí medio Tauste y medio tablón. Pero muy bien... Distancia, repartidos por las vías... Fenomenal. No duraremos mucho al Sol en la nevera y tendremos que ir a la chopera buscando la sombra. El domingo llega el temporal pero hoy, se escala!
Nos ponemos a calentar en las dos vías más bonitas del sector, "Equipada de noche, escalada de día, 6c" y "Pasatiempos, 6c+". Cariñoso beso de bienvenida en la primera (vía con entrada de ñascas, continuidad con buen canto, pasete más fino de entrada al diedro que da salida a una pancita de grandes agarres y a la reunión) y collejón en forma de vuelo en la segunda (las macetas a tope para todo el día ya, muy cansado de toda la semana y no puede ser...).
Tras hablar un ratillo y asegurar por el sector a lxs amigxs, me muevo con Eduardo y algunos más a la chopera, allí irán llegando el resto poco a poco... Buscamos un 7a para darle, a ver si recupero algo y hago fuerza. Recuperar, poco... Fuerza hago un rato, sí. La vía elegida es "Topacia, 7a" entrada con un techo a bloque y apretón trasobárico y 6a+/b a la reunión.
El caso es que Eduardo saca un método pero a mi no me va muy bien porque el gesto clave es de izquierdas y prefiero buscar una alternativa de derechas (no hablo de política, tranquilícense!). La encuentro para el agarre pero no sucede lo mismo con los pies. Necesito "levitar" para poder subir pies hasta una regletilla que me permita salir... En estas Eduardo se lleva la vía y yo hago un par de intentos. Hablando con Dani (Romeo) ya que está montada nos pregunta si puede darle un pegue y le invitamos a ello. Se suma también Quique.
Estamos 4 escaladores ante un problema. Visualizamos y ponemos en común estrategias, alternativas. Hacemos pruebas, Descartamos métodos, validamos otros. Avanzamos. Eduardo, ya se ha llevado su botín pero forma parte del equipo. Su experiencia de victoria es muy valiosa pero cada uno somos diferentes (personas) escaladores. Sin embargo, aunque cada uno tiene que encontrar la secuencia exacta y hacerla posible con sus características como escalador, todos nos ayudamos. Cuando uno escala, todos nos ponemos en la piel del que está atado, aferrándose a las presas y buscando desesperadamente la solución al acertijo con el tiempo en contra castigando los antebrazos, la duda acechando y el miedo a la caída presente... Pensamos en cada uno como uno solo; en la diferencia de envergadura, en la hernia operada de Dani, en mi maltrecho hombro. Pensamos, decidimos y ejecutamos. Nos animamos y deseamos el triunfo del compañero. Nos damos relevos en el asedio a la vía. Trabajamos en equipo.
Aunque ninguno de los otros 3 encadenamos, mejoramos. Hemos avanzado más juntos que por separado. Juntos somos mucho más fuertes. La escalada en colaborativa. La cordada es más que compañerismo. Y al final, nos vamos a tomar unas cervezas con las manos desolladas. Y a dormir como troncos.
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