Seguimos con nuestros retos en mente y en manos. Unos días mejor, otros no tanto... Ayer a las 14 horas, tras aprovechar la mañana cumpliendo con nuestras obligaciones, Quique y yo cogimos el coche y a Vadiello.
Normalmente, accedemos escalando el primer muro por Lavadero, V+ una clásica, pero para ganar tiempo ayer fuimos por un sendero que sube por la derecha
Allí nos esperaban nuestros objetivos deportivos más inmediatos, a él su vía y a mi la mía. Nuestros particulares retos. Lo cierto es que tras madrugar y con el Sol en la cara, nos costó quitarnos de encima la modorra.
Directamente esta vez al bombo, calentamos como pudimos y no como debimos. Yo me he vuelto de allí con pinchazos en los antebrazos. Como dos años atrás, el síndrome del túnel carpiano acecha... En un rato voy al tablón a ver qué sensaciones tengo. Las expectativas no son muy buenas que digamos. Veremos qué pasa. Si alguien sabe otra solución que no sea la operación, que me lo diga.
Sólo por estar sentados a pie de vía, nos había merecido la pena subir...
Como nota curiosa, decir que la furgoneta danesa del martes pasado sigue por allí. Nos encontramos a unos jubilados holandeses con sus reflex en mano buscando buitres que retratar. No,a nosotros no...
Bavia, 6c
La tarde era única. El fresco que obligaba a abrigarse entre pegue y pegue y el silencio que nos envolvía, nos regalaban una paz indescriptible. Sólo por eso, merecía la pena. En cuanto a las vías, hemos tenido días mejores, pero también peores. Ayer vi por primera vez la cadena de mi vía, pero... ¿Eso qué importa cuando disfrutas de una manera única de la naturaleza, la amistad y apartas preocupaciones de tu cabeza...? Pues eso. Esta noche he soñado que encadenaba. Y en el pegue de calentamiento :)
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