La semana pasada pude disfrutar de una semana especial en la Isla de Madeira (Portugal) con Carolina.
La verdad es que esta Isla próxima a las Canarias, es parecida en cuanto a la belleza de sus variados paisajes y el clima. Sin embargo, tiene sus peculiaridades. Una de ella, son las levadas.
Una de las levadas típicas con terrazas y vegetación exuberante
Las levadas son canales de agua de un metro de ancho por otro metro de alto aproximadamente. La longitud de todas ellas que surcan la isla por completo es de unos miles de kilómetros. Su finalidad, aparte de conducir el agua, es la de "capturar" el agua que se condensa en las faldas de las montañas.
El camino que las recorre, es llano y suficientemente cómodo
Sin embrago, es importante ir con guía, ya que los cambios de tiempo son frecuentes
y las inudaciones también, por lo que hay que conocer las escapatorias y refugios...
Como al día siguiente teníamos una travesía más dura, hicimos un paseo de medio día por una de ellas. Una muy bonita llamada "la del paraíso", que estaba dentro de otra más grande, la del norte.
Partimos desde cerca de Camacha, donde termina la caminata con unas bonitas vistas del pueblo con el mar a sus pies.
Durante el recorrido, llano, pudimos ver distintas especies de plantas endémicas, flores espectaculares y las tradicionales terrazas donde se cultivan todo tipo de verduras aprovechando el cercano paso del agua.
Conocimos una pareja que había ido a Madeira una semana, sólamente a recorrer levadas, por lo que podéis haceros a la idea de lo que da de si esta opción, no sólo por la longitud de las mismas, sino por el entorno en el que se hayan. Es una buena manera de conocer el interior montañoso y rural de la isla.
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