Dejo el 2015 con algunas molestias que me impiden escalar con buenas sensaciones y, es quizás por eso, que aprovecho para correr e ir más en bici... Los siempre inevitables excesos gastronómicos navideños, han de compensarse de algún modo.
Continuo entrenando en el tablón, a la par que periódicamente visito al osteópata avanzando lentamente en la recuperación de mi antebrazo izquierdo de una tendinitis. Aprovecho como bien decía para darle caña a la bici y correr. Este raro invierno, sin apenas cierzo y sin frío en exceso, me brinda divertidas mañanas con buena temperatura para salir de casa y disfrutar del singular encanto de la niebla zaragozana.
A pesar de no seguir con los entrenamientos del #ClubAJERunning de cara al siguiente reto el día de San Valero en "La carrera del roscón" salgo por los montes de Torrero en busca de nuevas rutas: divertidos desniveles por pistas de tierra en cuasi absoluta soledad, destacando dos salidas de 10 y 12 kilómetros en las que me quedo a gusto.
Antes de volver a centrarme en la escalada y atreverme a concretar objetivos de cara a este año, cojo la bici para repetir una clásica. La salida a los galachos de la Alfranca. Muy buen día para ir en bici. Consigo esquivar la lluvia llegando de vuelta a casa apenas 10 minutos antes de que unas nubes descarguen generosamente por los alrededores.
El camino habitual está cortado en uno de sus tramos por una batida de cazadores por lo que salieron algunos kilómetros más, que sin embargo recupero a la vuelta volviendo por el anillo verde desde la Cartuja, por el canal, en vez de por donde inicio la salida a la mañana, por el tercer cinturón hasta el Azud del Ebro.
Esperemos tengamos salud este nuevo año y algo más de fortuna con el tiempo libre a la hora de planificar salidas a roca que es a lo que he de darle (y quiero darle) prioridad este año.
¡Feliz año y salud!
No hay comentarios:
Publicar un comentario