Esta mañana primaveral de sábado, nos vamos sólo Mon y yo a la Foz. Tendremos que escalar en la sombra porque el día es tan bueno, que si no vamos a pasar calor.
Dejamos el coche en las casas y bajamos por la grapas sin tener muy claro dónde ir, así que miramos la guía y decidimos probar en el jardín flotante que hay variedad de grado y sombra.
Mon en la mini-ferrata de acceso al cañón
Calentamos en un 6a+ de los de aquí. No es fácil pero en el segundo pegue encadeno Barman, 6a+ sin mayores problemas. Qué escalada tan rara y roca difícil de descubrir en ocasiones. Tras un par de embarques en vías de 7a y 7a+ que no terminan de convencer a Mon y desmonta, nos vamos a Espalda cangrejera, 7a un buen séptimo, físico y buena presa con un par de pasos, especialmente el de llegada a la "r" que nos enganchan el resto de la jornada. Ahí dejaremos la cuerda y cintas y pasamos el día de pegue en pegue. Otro proyecto que queda en la Foz...
Aunque llegamos y no hay nadie, pronto comienza a llegar la flor y nata de la escalada focera: Óscar y Begoña, David A., Super, el Bombi, Levi... Y el ambiente se anima. Alternando pegues y jaleos pasamos una tarde muy simpática. Destacar una pareja de vascos que se dejaron caer por allí y, la verdad, es que él nos deleitó con algún pegue extraordinario. Especialmente el de un 7c a vista en el que a pesar de haberse atascado en un paso entre la 4ª y 5ª chapa consiguió llegar a la cadena haciendo un alarde de resis que no veas... Ver pegues así, siempre es motivador.
Al final del día chispeó y nos fuimos justo antes de que llegara la lluvia en serio...
Bueno, pues hoy no me puedo ni mover casi del cansancio de ayer (eso está bien, sobre todo porque no tengo dolor en el hombro) y he aprovechado la buena mañana que ha hecho para correr unos kilómetros por los alrededores de casa y esta semana, vuelta a entrenar.
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