Esto de encontrar gente para escalar se ha complicado hasta el punto de que, ahora que alarga el día me resulta más fácil cuadrar agenda con mi socio para que me cubra y sacar una tarde, que salir el fin de semana.
Como tengo la piel justa y algunos dolores en el dedo y espalda, decido que en vez de bajar al panel, voy a coger la bici. Hace un día espectacular, 10º-14º y sol, apenas viento... No se muy bien dónde ir porque, la verdad, estoy perezoso. Tampoco encuentro gente para ir en bici y finalmente me dirijo hacia los galachos de Juslibol.
Tener estos reductos de naturaleza en la misma ciudad...
Gran parte del recorrido discurre por el carril bici y eso aburre un poco. Desde casa hasta Juslibol. Pero bueno, me muevo y disfruto del día que hace. Ya en Juslibol, cogemos un camino que se adentra por los meandros y es otra cosica. Con el día que hace muchos somos lo que estamos por allí en bici, andando, con niños paseando, en el tren turístico...
Meandros abandonados por el Ebro conforman este singular ecosistema de pequeñas lagunas
Tras llegar al dique donde termina la zona de los galachos decido rodar un poco más y me dirijo hacia los pies del castillo de Miranda. el camino que continua a partir de allí está con agua, embarrado y decido continuar por uno paralelo que da acceso a los campos cercanos hasta la localidad de Alfocea.
La primavera ha llegado a la ciudad y no veas lo bien que te sienta...
En Alfocea tras 20 km. decido regresar por otro camino con el que ya hace tiempo anduve con José. Al final, casi 40 km. y a media mañana de vuelta en casa. Buen almuerzo, mejor comida y una siesta superior. Hay que aprovechar y, aunque no apetezca, salir y hacer cosas que entre semana nos debemos a nuestras obligaciones. Además, hay que hacerlo porque podemos hacerlo y se nos regalan oportunidades así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario