Continuamos con la vuelta a la normalidad. Paso de hablar de otros términos que nos están vendiendo para decirnos cómo y cuándo debemos hacer o dejar de hacer cosas. Estamos rozando ya la distopía que muchos libros premonitoriamente han recogido en sus lineas...
Tras un fin de semana grandioso, le sucede un entrenamiento ruinoso. Cansado pero contento. Con ganas de progresar, como en todo. El martes a la tarde (será el 4º día de los 6 últimos) nos vamos cuatro fanáticos a apretar a la Foz.
A pesar del viento, no estamos mal... Vamos al jardín flotante. tengo cuentas pendientes y las seguiré teniendo porque la escalada trata de eso. Diego y yo nos quedamos toda la tarde en Jardín Flotante, 6c y Lion y Luismi en Cocotero, 7b.
Diego y Lion triunfarán y Luismi y yo lo volveremos a intentar otro día pero hemos progresado mucho en nuestros proyectos. En mi caso, 5 pegues a una vía de ese grado es muy buen entrenamiento.
El viernes por la tarde, improvisadamente, nos vamos Luismi y yo a la pared del reloj en Morata... Hay otra cordada que no tardará en marcharse y dejarnos solos con los pájaros.
Comenzamos calentando en Olloqui, 6a+ que repito (ya la había hecho) pero con el culo prieto. Malas sensaciones... Pero estando allí, no hay nada que perder. Así que seguimos. Luismi intenta montar Boxerman, 7b aprovechando, al bajar de la vía, para ponerle las cintas pero en un agujero descubre un nido con cinco huevos por lo que decidimos retirar las cintas y dejar esa vía para el invierno.
La siguiente que hacemos en El desertor, 6c. MENUDO PEDAZO DE VÍA. Increíble... Luismi se la lleva a vista poniendo cintas. Está escalando muy bien últimamente. POr mi parte, un primer pegue para avergonzar a cualquiera. De cinta a cinta y con miedo. No sé que me pasa...
Tras dudar en desmontarla, la dejo porque a Luismi "le ha gustado tanto" que le volverá a dar... Mentira, seguro. No me lo dice pero creo que lo hace para que yo me anime a repetirla... Así lo hago. Se lo debo y me lo debo. Tengo que resacirme y vaya si lo hago.
A pesar de que empiezo lloriqueando, quejándome del cansancio y advirtiendo que me voy a caer desde la 4ª cinta, supero la primera sección (un paso en la 4ª cinta que termina en reposo en la 5ª tras la entrada en placa, asequible...). Sigo. La vía es de paso y sección de buen canto que te permite hacer reposos. De moverse de lado a lado y escalar. De regular, respirar, leer los movimientos y ejecutar. Y vuelta a empezar... Como dijo Luismi, es una vía de "te quiero, no te quiero...", que te da unos movimientos de regalo bonitos y fáciles y, otros, preciosos pero duros. La vía perfecta y mi anti-vía.
No estoy acostumbrado a este tipo de itinerarios. Largos... La vía tiene 28 metracos. Normalmente, cuando hago "grado" (entre 6c-7a+ para mi) es en vías con paso duro al comienzo y de aguantarle después, no muy largas. Esta tiene tres secciones claramente diferenciadas y premio final con un bloque en la reunión.
Bueno, sigo aguantando y reposando bien. Algo a lo que no estoy acostumbrado. Creo que es la vez que más tiempo he estado en un largo... Supero la segunda sección a base de fuerza. Se me escapa un grito y dejo el pie derecho volado sin apoyar pero lo supero y llego al reposo. No me lo creo... Llevo cayendome varias chapas y ya llevo más de la mitad de la vía. Me animo.
Salgo del reposo y chapo dos cintas más. Sólo me queda una tras el paso dificil que me viene, con un muy buen reposo después y el bloque de la "r". Lo visualizo, suelto un poco los brazos antes de ir a la guerra y p'alante. Todo bien, pies, movimientos... Pero toca apretar en una sección de regletas pequeñas y subir pies... Los dedos se me abren. Voy petado... Intento levantar pies con la esperanza de volver a flotar ya de pie y poder llegar al reposo pero vuelo. Se acabó. Lo he dado todo. Nunca había luchado así en una vía. He dado espectáculo y, al bajar, Luismi y yo nos abrazamos. Y no he encadenado. Eso es lo mejor. No he encadenado pero he superado una caraja brutal que llevaba, he volado bien y sin miedo (3 chapas), he escalado muy bien, aprendido a reposar, recuperarme e ir "de cinta a cinta". Hoy he crecido un poco más y no sólo como escalador.
Lo demás, lo que corresponde. Luismi aún tira otro largo y nos vamos para el Albergue. Dos jarras de cervezas y al coche con los antebrazos como botijos. Qué gozada...
El viernes por la tarde, improvisadamente, nos vamos Luismi y yo a la pared del reloj en Morata... Hay otra cordada que no tardará en marcharse y dejarnos solos con los pájaros.
Comenzamos calentando en Olloqui, 6a+ que repito (ya la había hecho) pero con el culo prieto. Malas sensaciones... Pero estando allí, no hay nada que perder. Así que seguimos. Luismi intenta montar Boxerman, 7b aprovechando, al bajar de la vía, para ponerle las cintas pero en un agujero descubre un nido con cinco huevos por lo que decidimos retirar las cintas y dejar esa vía para el invierno.
La siguiente que hacemos en El desertor, 6c. MENUDO PEDAZO DE VÍA. Increíble... Luismi se la lleva a vista poniendo cintas. Está escalando muy bien últimamente. POr mi parte, un primer pegue para avergonzar a cualquiera. De cinta a cinta y con miedo. No sé que me pasa...
Tras dudar en desmontarla, la dejo porque a Luismi "le ha gustado tanto" que le volverá a dar... Mentira, seguro. No me lo dice pero creo que lo hace para que yo me anime a repetirla... Así lo hago. Se lo debo y me lo debo. Tengo que resacirme y vaya si lo hago.
A pesar de que empiezo lloriqueando, quejándome del cansancio y advirtiendo que me voy a caer desde la 4ª cinta, supero la primera sección (un paso en la 4ª cinta que termina en reposo en la 5ª tras la entrada en placa, asequible...). Sigo. La vía es de paso y sección de buen canto que te permite hacer reposos. De moverse de lado a lado y escalar. De regular, respirar, leer los movimientos y ejecutar. Y vuelta a empezar... Como dijo Luismi, es una vía de "te quiero, no te quiero...", que te da unos movimientos de regalo bonitos y fáciles y, otros, preciosos pero duros. La vía perfecta y mi anti-vía.
No estoy acostumbrado a este tipo de itinerarios. Largos... La vía tiene 28 metracos. Normalmente, cuando hago "grado" (entre 6c-7a+ para mi) es en vías con paso duro al comienzo y de aguantarle después, no muy largas. Esta tiene tres secciones claramente diferenciadas y premio final con un bloque en la reunión.
Bueno, sigo aguantando y reposando bien. Algo a lo que no estoy acostumbrado. Creo que es la vez que más tiempo he estado en un largo... Supero la segunda sección a base de fuerza. Se me escapa un grito y dejo el pie derecho volado sin apoyar pero lo supero y llego al reposo. No me lo creo... Llevo cayendome varias chapas y ya llevo más de la mitad de la vía. Me animo.
Salgo del reposo y chapo dos cintas más. Sólo me queda una tras el paso dificil que me viene, con un muy buen reposo después y el bloque de la "r". Lo visualizo, suelto un poco los brazos antes de ir a la guerra y p'alante. Todo bien, pies, movimientos... Pero toca apretar en una sección de regletas pequeñas y subir pies... Los dedos se me abren. Voy petado... Intento levantar pies con la esperanza de volver a flotar ya de pie y poder llegar al reposo pero vuelo. Se acabó. Lo he dado todo. Nunca había luchado así en una vía. He dado espectáculo y, al bajar, Luismi y yo nos abrazamos. Y no he encadenado. Eso es lo mejor. No he encadenado pero he superado una caraja brutal que llevaba, he volado bien y sin miedo (3 chapas), he escalado muy bien, aprendido a reposar, recuperarme e ir "de cinta a cinta". Hoy he crecido un poco más y no sólo como escalador.
Lo demás, lo que corresponde. Luismi aún tira otro largo y nos vamos para el Albergue. Dos jarras de cervezas y al coche con los antebrazos como botijos. Qué gozada...
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