Ayer por la tarde, todavía con el lamentable trancazo veraniego que hemos pillado Carol y yo encima, dejándole a ella en la cama..., me fui a estirar las piernas con mis suegros. El descanso, relajarse, que te bajen las defensas, unido a ciertos esfuerzos que hacía tiempo que uno no hacía y los cambios de temperatura tienen estas cosas.
Nada más pasar Cabezón de la Sal, en Carrejo, se toma la senda fluvial debidamente señalizada que, durante apenas una hora a lo largo de 6 km recorre el río Minchón por unas riberas muy agradables y acondicionadas para pasear, ir en bici, correr, etc. Ayer hacía muy buena tarde para andar. Algo nublado y sin frío.
Comenzamos caminando entre pastos donde las vacas andan a sus quehaceres cotidianos. Poco a poco, nos adentramos por los sotos típicos de las zonas fluviales para llegar al camino donde ya se ve bastante gente paseando.
Dejamos a la derecha un puente que une las dos orillas y continuamos por el recorrido marcado. Poco después de media hora llegamos al punto de retorno. Durante el recorrido podemos ver la sierra del escudo de Cabuérniga y el recorrido de la ascensión que hace dos años hicimos a Piralba-Cantos rodados.
Buena alternativa para pasear en días en los que no se puede hacer mucho más o jornadas de descanso activo.
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