El calor que en toda España
está haciendo estos días, también se nota aquí… Por eso, otra vez, nos vamos a andar
cuando nos apetece. Por la tarde.
El lugar elegido es el bosque de sequoias cercano a Cabezón
de la Sal. Dejamos el coche en el primero de los aparcamientos. Desde donde
parten una pista de tierra a la derecha y, enfrente, un carril habilitado para
viandantes que lleva al inicio del parque de sequoias. Este segundo camino es
el que tomaremos de inicio.
Tras atravesar y descender el fabuloso bosque, donde los
altos y frondosos árboles nos protegen del calor, tomamos una pista forestal hacia la derecha que cómodamente va recuperando la altura perdida en la bajada.
A los diez minutos, dejamos la pista que continúa alejándonos del bosque y cogemos un camino que asciende serpenteando adentrándose en la vegetación del monte Cabezón. Esquivando telas de araña con sus dueñas incluidas llegamos a lo alto del monte donde el camino mejora y se ensancha.
Finalmente, tras unos 40 minutos, llegamos al punto de partida. Una opción cómoda, cercana y fácil para las tardes tontas o de calor con la que poder movernos y estirar las piernas en un bonito escenario.
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