Empezamos la semana en Jaca de la mejor forma posible, en el monte con el grupo habitual de la urba; Javier, José, Juan y yo, a quienes se nos suman Maite, Eugenia, Laura y Jabu. El destino elegido el monte Oturia (1.920m.)
Una ascensión con diferentes variantes/rutas. Nosotros la hacemos desde Setué, donde dejamos los coches en una mañana de calor pero sin agobiar, algo nublada y perfecta para andar. Además, gran parte de la subida transcurre por un bosque que, además de bonito, es fresco.
La primera parte de la ascensión es mantenida pero sin hacerse excesiva dura al ritmo que llevamos. Además, a pesar de ir entre árboles, vamos pudiendo disfrutar de las vistas de Oroel y alrededores al principio y otros montes y barrancos, cascadas, etc. conforme vamos ganando altura.
La primera parte de la ruta finaliza al llegar a la campa donde diferentes rutas convergen. Allí Maite y Eugenia deciden esperarnos en la ermita de Santa Orosia y, los demás, iniciamos la subida al pico. Unos lo hacemos de forma más directa y, Juan y su padre, en diagonal hasta alcanzar el cordal a la cima.
En lo más alto, junto a unas cabras, nos reunimos los seis y almorzamos algo. A pesar de no poder contemplar todos los picos que nos rodean por las nubes, las vistas a 360º son espectaculares. Tras un rato descansando y disfrutando de las vistas, emprendemos la bajada hacia la ermita. Tomamos el cordal y, mientras Juan, Jabu, Javier y Laura lo siguen hasta el final donde enlaza con una cómoda pista, José y yo, decidimos "atajar" por la vía directa y nos tiramos para abajo entre campos de erizones y bosque. Pese a dejarnos la piel (literalmente) y tener que haber vuelto sobre nuestros pasos en varias ocasiones hasta dar con la secuencia correcta de ese laberinto de pinchos y ramas, logramos llegar a la curva de la pista que fijamos como objetivo para alcanzar desde arriba. A los pocos segundos, aparecen el resto de nuestros compañeros...
Seguimos llaneando por cómodas pistas hasta llegar a la ermita donde nos juntamos los ocho y comemos, bebemos agua y descansamos un rato.
Después, toca volver al coche. Lo hacemos hacia Isún (siguiente pueblo a Setué y conectado con este por una pista), tras pasar por "las antenas" y asomarnos a un balcón donde se nos regalan las vistas que a la mañana desde oturia las nubes nos negaban. Espectacular, especialmente Telera y Tendeñera...
Llegamos a un punto donde, con Yebra de Basa a nuestros pies, comenzamos una bajada por un curioso y bonito camino que, pese a parecer imposible que desde abajo nada similar a una camino exista, lo es. El calor ahora aprieta y el grupo se estira, vamos bajando en parejas y se hace largo el camino hasta el pueblo.
Allí, algunos de los que llegamos antes y, dado el calor y distancia con el resto, decidimos adelantarnos y llegar a Setué para coger los coches y acercarnos a recoger al resto. La verdad es que el camino entre pueblos no aportar nada especial.
Ya en Isún, recogemos al resto y tras habernos cambiado de camiseta y refrescado en la fuente, nos acercamos a tomar unas cervezas a Sabiñánigo.
Preciosa excursión en familia donde, un año más, volvemos a juntarnos unos cuantos amigos. Seguimos! ;)
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