El martes quedé, como ya es una
tradición en mis veranos en Jaca, con la familia Arregui para hacer monte. En
esta ocasión Ana y otr@s compis de la urbanización se subían a los ibones de
Astún así que nos fuimos los cuatro; Juan, sus padre Javier y Maite y yo.
Si el tiempo era caluroso la
opción era la moleta y si salía cubierto, Peña Gratal. Salió cubierto y como
ellos (donostiarras) no frecuentan mucho Guara, querían aprovechar a subir
hasta Gratal para intentar disfrutar de un privilegiado mirador del Pirineo,
además de disfrutar de un paisaje diferente al que están habituados.
A las 8 de la mañana (sin
madrugar mucho) quedamos en el parking y a las 9 ya estamos andando. La verdad
es que con el nuevo Monrepós se llega en poco más de media hora a la presa de
Arguis, lugar desde el que partimos. *Podéis ver el post de la ascensión que
hice solo exactamente hace un año AQUÍ. (En aquella ocasión, subí por el
cortafuegos y a la bajada de las calmas no tomé directamente el camino, sino
que lo hice tras el primer tramos de pista.)
El inicio es cómodo. Llano y por
pista ancha por la que nos vamos cruzando algún ciclista y corredor de montaña.
En los carteles que señalizan los diferentes itinerarios podemos ver que se
indican varios pozos de nieve a lo largo del camino.
A la altura del gaseoducto
tomamos el desvío que nos lleva por la senda ya ascendente que nos dejará en el
collado desde el que parten los caminos a la peña por un lado y al pico y las
Calmas por el otro. Este discurre por un bonito y tupido bosque prepirenaico
donde conforme vamos ganando altura va clareando y dejando paso a otro tipo de
vegetación como arbustos, herizones, etc.
Llegados al collado tomamos el
cortafuegos para bajar a la llana de Bonés donde hay una fuente en la que a la
vuelta cogeremos agua. Tras esta, de nuevo, cogemos una pista que nos va a
acercar al pie de la peña. Allí, cogeremos un sendero que discurre entre bojs y
que tiene una pendiente nada despreciable. Algo de pedriza en la parte final y
llegamos a la cumbre.
Me tomo un bocata de lomo y otro
de txistorra que me preparé la noche anterior. Los mejores bocadillos que
puedas tomar son en el “bar Montaña”. Confirmado. Después de reagruparnos y
descansar un poco, nos hacemos las pertinentes fotos y firmamos en el libro de
visitas que bajo la cruz que preside la cima encontramos. Las vistas desde aquí
de una gran parte de los principales picos Pirenaicos son espectaculares pero
las mejores las veremos desde las Calmas…
Emprendemos el regreso hasta la
pista que parte del cortafuegos y, en dirección Este, la seguimos hasta el
vértice geodésico del pico Gratal. Desde allí divisamos la Peña Gratal y su
pedriza. Dejamos también el desvío a Nueno y ponemos rumbo al pico las Calmas
pasando antes por el pico San Julián.
Tras disfrutar de las vistas de
este privilegiado mirador, bajamos de las calmas y tomamos el sendero que,
cortando la pista alternativa por la que podemos bajar, nos lleva casi en línea
recta a la pista por donde inicialmente hemos empezado a caminar, algo más
abajo del desvío del gaseoducto.
Durante la segunda mitad de la
jornada, el Sol sale y pasamos calor. Lo bueno, es que el mayor desnivel lo
hemos superado con nubes. Nos cambiamos de camiseta y calzado y nos acercamos a
un bar con terraza donde, a la sombra, damos buena cuenta de las pertinentes
jarras de cerveza, la bebida montañera por antonomasia.
Otro año, espero que más 😊
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