Bueno, un año después de la última intentona a Bisaurín, Santi, un colega suyo y yo, volvimos a acercarnos a Hecho para cenar como Dios manda, con su Somontano y todo, e intentar subir Bisaurín la mañana siguiente.
Los tres mosqueteros en el Foratón
El problema en estas ocasiones, es que después del Somontano, va el patxaran y luego... Así que yo, "prudentemente", me retiré a eso de las 02:00, pero el duo sacapuntas no llegó antes de las 04:00...
Hacia Gabardito, con el puntal de Secús al fondo
Hacia Gabardito, con el puntal de Secús al fondo
En contra de los peores augurios, fuimos puntuales a la hora de ponernos en marcha y llegamos a Lizara no muy tarde, aunque el Sol ya pegaba... Luego nos pasaría factura. Cometí la tontería de darle todo el agua que llevaba al amigo de Santi que subia de la mano con Lady Resaca.
Terminando la pedriza con la nieve sopa
En el balcón de la antecima
Siempre marcando el ritmo y esperando al final de cada tramo a la pareja feliz, fuimos acercándonos hasta la cima, en un día caluroso y en el que, me imagino por la hora, subíamos sólos a excepción de un francés que llego con nosotros hasta la cima. Majo el tío, que recogió al amigo de Santi y le dió agua, mientras él me alcanzaba y llegábamos juntos hasta la cumbre para esperarles y sacarnos la foto de rigor.
Bajando me dió un pajarón que hasta el tercer aquarius que me tomé en Corralones, no pude quitármelo de encima y volver a ser persona. Nunca más... otra vez que coma nieve o no beba la noche de antes el colega...
Por lo demás, el día estuvo muy bien y me quité la txirrinta del año anterior, como siempre, Bisaurín no defrauda.
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