miércoles, 18 de septiembre de 2013

Travesía Pico Areiro (1.818 m.) -> Pico das Torres (Tunel del gato) -> Pico Ruivo (1.862 m.) y vuelta por Achadas do Teixeira

El sábado pasado, Carol y yo lo teníamos reservado para hacer una travesía por las crestas que unen los tres picos más altos de Madeira. 
Característica silueta del Pico Areiro, comienzo de la travesía. A pesar de lo que parecía, las nubes respetaron...

En el centro de la Isla, emerge esta sierra de origen volcánico. Por un camino empedrado y túneles (hasta 6 de ellos atravesamos) hechos por la mano del hombre para transportar ganado hace años, unimos las tres cimas atravesando un paisaje que parecía dibujado. Tonos marrones, verdes, grises y amarillos, se mezclaban perfectamente con las formas escarpadísimas de unas elevaciones que en su día fueron lava. Crestas que pedían ser escaladas y resultaban ser lenguas de lava solidificadas a distinta velocidad que los afilados gendarmes que unían. Un paisaje lunar, nada que ver con nuestro Pirineo pero igualmente bello y espectacular.
 Carol a la salida de uno de los túneles, el más largo, el del gato
Parte del recorrido que hicimos, dentro del itinerario protegido PR1

Nuestro guía, Beni, nos explicó el recorrido y sus peligros. Los hay, aunque siendo prudente y atendiendo a las explicaciones, no hya que tener ningún problema. A pesar del fuerte viento que al coienzo en el Ariero hacía y caminar a 1.800 metros prácticamente toda la mañana, el tiempo fue bueno, alternando las sombras y el Sol durante el mismo.
 Fotico que nos hicieron con la cima al fondo
Impresionantes lenguas de lava desde la cima (antiguo cráter) hasta la falda


La verdad es que es un trekking muy fácil pero que merece la pena hacer si se visita Madeira. Sólo las últimas rampas nos hacen sentir el esfuerzo en las piernas. Después de un bocadillo al Sol y saborear las vistas del día, aún tenemos un pequeño camino de 2,5 km. (PR1.2) hasta el punto donde el coche nos va a recoger, Acahadas do Teixeira.






Poco más que decir, mejor, dejo algunas fotos.
Panorámica desde la cima del Pico Ruivo, 1.862 m. con el "Nun's valley" al fondo



Levada do Paraiso

La semana pasada pude disfrutar de una semana especial en la Isla de Madeira (Portugal) con Carolina.

La verdad es que esta Isla próxima a las Canarias, es parecida en cuanto a la belleza de sus variados paisajes y el clima. Sin embargo, tiene sus peculiaridades. Una de ella, son las levadas.
 Una de las levadas típicas con terrazas y vegetación exuberante

Las levadas son canales de agua de un metro de ancho por otro metro de alto aproximadamente. La longitud de todas ellas que surcan la isla por completo es de unos miles de kilómetros. Su finalidad, aparte de conducir el agua, es la de "capturar" el agua que se condensa en las faldas de las montañas.
 El camino que las recorre, es llano y suficientemente cómodo
Sin embrago, es importante ir con guía, ya que los cambios de tiempo son frecuentes
y las inudaciones también, por lo que hay que conocer las escapatorias y refugios...

Como al día siguiente teníamos una travesía más dura, hicimos un paseo de medio día por una de ellas. Una muy bonita llamada "la del paraíso", que estaba dentro de otra más grande, la del norte.

Partimos desde cerca de Camacha, donde termina la caminata con unas bonitas vistas del pueblo con el mar a sus pies.

Durante el recorrido, llano, pudimos ver distintas especies de plantas endémicas, flores espectaculares y las tradicionales terrazas donde se cultivan todo tipo de verduras aprovechando el cercano paso del agua.


Conocimos una pareja que había ido a Madeira una semana, sólamente a recorrer levadas, por lo que podéis haceros a la idea de lo que da de si esta opción, no sólo por la longitud de las mismas, sino por el entorno en el que se hayan. Es una buena manera de conocer el interior montañoso y rural de la isla.