domingo, 29 de septiembre de 2019

Cuentas pendientes y nuevos proyectos por el puente de roca

Después de volver a escalar este verano, el visto bueno de Kike "pain doctor" y poder entrenar con normalidad desde hace un mes, vuelvo a la rutina en roca. Y dónde si no mejor que en Morata-Chodes.

El puente de roca es un sector emblemático... Desde el aparcamiento ya impresiona el gran agujero de roca y unas vías por las que muchos hemos soñado (y soñamos) subirnos. En este muro se han inscrito leyendas de la escalada Zaragoza. Pero más allá de los triunfos, ha habido innumerables batallas y las seguirá habiendo...

Este sábado Luismi y yo fuimos allí. Cada uno teníamos nuestra batalla y nos armamos hasta los dientes con dinamita en los brazos del arsenal de entrenamientos que llevamos en nuestras mochilas. Luchamos con todas nuestras fuerzas y huimos a tiempo para sobrevivir a otras batallas, jejejeje!

Empezamos calentando en Chúpame la poia, 6a+. A pesar de ser la de calentar, consigo encadenarla. Por lo que veo en la libreta esta vía la probé hace 6 años pero ni me acordaba. El caso es que me hacía ilusión escalarla porque así completé la trilogía "Chúpame…,6a+ - Metanoia, 6b - Paranoia, 6b+".

Luego fuimos a Elektra, 7a que es una de esas vías con historia. Un 7a difícil y bonito donde espero poder tener varias de esas batallas. Mientras Luismi la asediaba con bombas yo hacía lo propio con alguna ráfaga en forma de polea que me permitieron "hacer fuerza" y conocer la vía e ir sacando mi propio método para los pasos clave. Escalar con un compañero de diferentes cualidades y envergadura que tú, hace que tengas que adaptar su método a tus características y hándicaps.

Tras reventarme en Elektra, quiero escalar algo más de primero que me oblige y me lleve más cerca de mis límites -dentro de la prudencia- así que voy a una vía que nunca había probado pero que por el grado tenía fichada, Vall de Fierro, 6b. Es una vía corta y explosiva de bloqueos en un pequeño desplome con final en panza. La monto y no veo claro que pueda escalarla pero decido usar la caña, mirarme bien los pasos y descansar un poco más. En el siguiente pegue me la llevo y me cuesta mucho menos de lo que parecía que me iba a costar.

Terminamos, como debe ser, tomando unas cervezas y riéndonos de la fuerza que tenemos (o creemos tener) y lo poco que nos cubica. Cosas del escalismo...

lunes, 9 de septiembre de 2019

Garmonegro. Últimos coletazos de un verano "fatal"

Este sábado 7 de septiembre, tenía previsto huir de Zaragoza sí o sí... En principio iba a subir el Garmo con algunos de mis ex monitores de campamentos y sus hijos pero el curso ha empezado ya y los compromisos deportivos de l@s muchach@s, también...

De cualquier manera Luismi se había apuntado y mantuvimos la salida. El finde pasado se lo comentamos a Nata y se apuntó. También Elena y el viernes en el tablón, a última hora, se apuntó Jesús y su perra, Collie :)

Salimos a las ocho de la tarde el sábado en la furgo de Luismi con Elena, rumbo a Biescas donde habíamos quedado a cenar con Jesús. Sopla bastante viento y la temperatura al caer el Sol es de unos 10 grados. Cenamos unas hamburguesas y patatas bravas para coger fuerzas para el día siguiente y nos vamos para el parking del refugio casa Piedra. Allí "dormiremos" los cuatro a la espera de que al día siguiente venga Nata que está durmiendo en Ayerbe tras una jornada vespertina de escalada en Peña Rueba.
Las primeras luces del día...

A las 8 de la mañana estamos ya los 5 listos para empezar a andar. Hemos desayunado y nos hemos desperezado un poco. Hace fresco pero el día va a ser muy bueno. Está completamente despejado y, afortunadamente, nada de viento...

Emprendemos la marcha cruzando las pistas de ski de fondo, primer tramo común a la ascensión a Pondiellos, los infiernos... Al poco tiempo, paramos a quitarnos capas ya que aunque hace fresquete, las pulsaciones suben y entramos en calor. Llegamos a las mallatas bajas y, de ahí, por el bosquecillo, a las altas... El Sol ya nos "coge" y no nos dejará en todo el día.

Pasamos a la zona de bloques de piedra y seguimos ascendiendo. Ya estamos a 2.200 metros. Tras un tramo no muy evidente, vemos el sendero que, habiendo dejado a nuestra derecha la subida al collado de Pondiellos nos dirige hacia el Garmo, Argualas y Algas.

Seguimos ascendiendo, ya por terreno pedregoso, rodeando el macizo del Garmonegro. Nosotros tomaremos el camino hacia este dejando a nuestra izquierda los desvíos a los otros picos mencionados. Tras una sucesión de zig-zags por una considerable pendiente sin ningún otro peligro que los resbalones y patinazos, se llega a la arista cimera. Sólo nos queda recorrerla y llegar a una cima con unas de las mejores vistas del Pirineo.

Hacia Panticosa puede verse el Taillon, Peñarrolla y Sabocos. Hacia el Norte, los ibones de Pondiellos y los picos del infierno. A la derecha de nuestra cumbre, la aguja de Pondiellos. Hacia el Oeste podemos ver, entre otros, el Midi D'Ossau, Anayet y vértice de Anayet, Pico Collarada, … Hacia el Sur, peña Oroel. Un mirador privilegiado.
Ibones de Pondiellos y picos de Infierno
Al fondo, el balneario. A la izquierda la aguja de Pondiellos
El Midi D'Ossau
La arista que lleva al Algas y al fondo, Collarada entre otros picos
Comemos algo. Como no hace mucho viento podemos estar tranquilamente en la cima el tiempo que queremos y hacernos la foto de grupo. Conversar con otros montañeros y ya cuando nos apetece, emprendemos la bajada. Son las 12, muy buena hora. 

De izquierda a derecha y de arriba a abajo:
Luismi, yo, Nata, Elena, Jesús y Collie

La bajada la hacemos variando parte del recorrido. En vez de bajar por la arista, bajamos directamente por otro camino que luego se une al principal. También antes de llegar a las mallatas tomamos otro desvío que nos lleva por sendero herboso en vez de por pedregal. En este tramo nos "perdemos" ya que el track que seguimos nos dirige hasta un cortado por el que decidimos no continuar bajando, retroceder y buscar una alternativa. Esta la encontramos al vislumbrar un sendero que nos lleva a los pies de este cortado. Otro montañero al que observamos bajar por ahí nos confirma es un camino apto.


Seguiremos ya por este sendero hasta enlazar en las mallatas con el camino de subida y llegar, no sin tener que detenernos varias veces para que Collie descansara, en el refugio casa piedra. Allí, lo de siempre, cervezas y risas, descansar un poco y a los coches que hay que volver a la ciudad.

lunes, 2 de septiembre de 2019

Entrada #301

Me dice el contador de entradas del blog que llevo ya 300... Así que esta es la 301. Sin más.

Con esta se acaba el mes de agosto, las vacaciones y lo bueno. Pero vendrá lo mejor. Claro que sí..! Empezamos el curso.

Pero antes, nos fuimos este fin de semana a Canfranc Nata, Luismi y yo. Equipo "tablón". El sábado era la concentración de escaladores de los Meses. Al ir 3 y no tener Luismi seguro decidimos acudir pero no participar en la competición.
Natalia en el escaqueador, 6a. Un bonito diedro

Estuvimos muy a gusto escalando y nos encontramos con conocidos. El sector en el que esta vez escalamos fue cueva oculta. Hacía tiempo ya que no escalaba por aquí... Empezamos calentando en El escaqueador, 6a que no había probado y me encantó. Luego, a una vieja cuenta pendiente, El rey meón, 6a+ que sólo recordaba no haber podido con ella en su momento. Vamos bien, seguimos recuperando el hombro y subiendo un poquito más el grado encadenado de primero. Sin forzar...
El rey meón, 6a+, un techito...

Luego nos movimos a Apreta woman, 6a (R1) / 6b (R2) encadeno el primer largo pero en el desplome de las siguientes 3 chapas hasta la R2 me cuelgo, ya cansado... Es pronto... Me quedo con ganas de volver a darle pero prefiero no precipitarme. Sin forzar de momento. Terminamos con La vía es bella, 6c que, lógicamente tampoco encadeno, de hecho no termino la vía. Cansado y pendiente de no forzar el hombro. Satisfecho con las sensaciones del día e intentando mantener la progresión en la recuperación sin pasarme.

Aunque dudo en darle una polea el viento rola y le digo a Luismi que va a llover pronto. Por si acaso, le digo a Nata que vaya ella primera que igual yo ni le vuelvo a dar... Y en mitad del pegue empieza a llover y ya no parará hasta el domingo a la tarde. Al menos llega a la reunión y puede desmontar la vía.

Nos volvemos a la carrera a la furgo y bajamos a Jaca. Comemos caliente en casa de mi madre y nos vamos a echar unas cervezas. Se acabó el verano, el otoño asoma...