viernes, 29 de diciembre de 2023

Re-nacimiento

Tercera visita a Jaraba. Escuela de calidad y para escaladores de verdad, no como yo... Es un sitio donde el grado aprieta, las chapas alejan y la vías son difíciles. Es decir, nada recomendable para el ego.

Día perfecto para acudir a la pared del Temple. Mucho frío. Niebla en Zaragoza, Sol y nada de aire en el sector. Antonio, Raúl y yo salimos de Zaragoza sobre las 9 y Dany María, finalmente, acuden al cañón del río Mesa con Bruno. Sobre las 11.30 nos atamos a y tras un susto en una de las vías nuevas donde Dani se sale de la línea calentando en un 6b jarabeño y me tira una laja de considerables dimensiones, seguimos esta vez por roca más firme... Afortunadamente, nada nos pasa ya que ando despierto y hábil, atento asegurando y salto esquivando la bola de cañón que se dirigía a mi cabeza. Dani se hace una herida en la espinilla pero nada grave. 


Para empezar, encadeno "Baby test, 6a" a vista. El nombre, muy apropiado, ya que acabo de ser padre y me pruebo tras 2 meses sin tocar la roca :) Vía de escalar, navegar, técnica y sibre una roca estupenda. Gotas de agua en la parte superior, de esas que pinchan y una llegada a la "r" de echarle morro, con una chapa muy por debajo de los pies.

Decido seguir escalando de segundo, ya que además de arrastrar un catarro desde hace 15 días, la cabeza... Ay... La cabeza. Lo importante es disfrutar e ir cogiendo forma. Contínuo con la vía a la izquierda de la que había empezado a montar Dani antes y a la que se pasa tras el susto. Un 6a+ sin nombre que comienza con un diedro y un pequeño desplome en la parte superior antes de llegar a la cadena. En medio, una sección de placa fina. Chula.


Para terminar, le doy un buen pegue y encadeno en polea otra clásica del sector, "Kiwi, 6b+" aunque reconozco que al límite y yendo de segundo. También es cierto que el desplome de segundo es una mierda, así que... Bien. Una vía con entrada a bloque, placa disfruntona fácil (6a) hasta la panza final. La fuerza está ahí, falta la gasolina.

"Pedrolo" que se desprendió al escaquear un paso en la vía "3". Qué fuerte estás Daniiiiiii

Cuando se esconde el Sol el frío vuelve y de estar en camiseta, pasamos a tener que ponernos el plumas, gorro... Recogemos. Yo más que servido y un día estupendo donde lo mejor, como siempre, la compañía. Seguimos! :)

sábado, 14 de octubre de 2023

Enrocados

Las dos últimas semanas, han sido de "vuelta al cole". Retomando los entrenamientos, integrando sensaciones de vuelta a la rutina, de sentir cansancio, recobrar fuerzas, hacer metros...

Sigue haciendo calor (parece que el tiempo por fin cambia) y apurando las opciones de salida a roca antes de la llegada de Iñigo (después saldré pero habrá que adaptarse evidentemente) para estar donde ahora tengo que estar, junto a Silvia.


Buscando la sombra, los dos últimos días hemos escalado en el puente de roca. Aunque he rondado estos días mi pryecto allí, "Elektra, 7a" no he llegado a probarla...Una mezcla de cansancio y pereza con temor, lo roconozco. El caso es que el primer día estaba mojada (se me caen las excusas) y el segundo símplemente, hicimos otras cosas.

El día 1 de octubre vamos Eduardo, Antonio y yo. Empezamos por los quintos/sextos de la parte de la acequia para calentar. Repito "Siga el baile, V" y hago "Que Dios te ampare imbécil" que por lo visto hice en polea volviendo de lesión hace 10 años... Ni acordarme.

Después montamos "Electric Sonylux,  6b+/" que en su día hice a vista, hace tan sólo 2 o 3 años y hoy no soy capaz de encadenar. Vuelo en la quinta cinta. Con los brazos hinchados. Le doy otro pegue pero vuelvo a tener que guarrear la salida del desplome/entrada en la placa. Hay días...


Llevo cuatro largos pero aunque me iría a la cama ya... Desmonto en polea una vía que tampoco había probado y que recorre con un largo y bonito itinerario el arco de izquiera a derecha por encima de la Emporio, "Emporio Armani, 6b/", la parte dura está en la travesía que parte de la misma cinta donde la Electric... planta cara.

Para terminar, aún le doy una polea a "Paranoia, 6b+" para hacer metros y terminar de reventarme. Hay días...


Antes de ayer día 13, con Eduardo recién llegado del Piri, vamos sólo Ansón y yo. Mismas condiciones, mismo lugar. Empezamos con intención de calentar bien para probar algo más duro. Yo mentalmente necesito apretar, escalar alguna vía que me exija y sentir que progreso en ella. "Elektra"...? Estaría bien pero se me caen las exusas de los bolsillos, para variar. En esta ocasión porque Ansón no quiere probarla y le pone el ojo a otra que ni he probado y me motiva ya que aunque más suave, apretar me va a hacer apretar igual, "Chus Power, 6c".

Calentamos en una vía nueva de la parte de la acequia que nos chivó Eduardo el otro día. Según 8a.nu creo que se llama, "Viva el vino, 6a", que está entre "Collateral, 6a+" que hacemos a continuación y "Ursus, V". La verdad es que ha quedado una vía majica superando un pequeño desplome final por un agujero que sale a una plaquita fácil.


Después, vamos directamente al proyecto del día, "Chus Power,  6c" que monta Antonio y que no termina de resolver del todo, atascándose en un paso a la altura de la cuarta chapa donde aparentemente hay que tirar un bloqueo largo desde un monodedo de izquierdas para llegar a unos romos desde los que mover pies para alcanzar el cazo justo antes del techito. Un techito disfrutón pero que al hacerlo después del paso, ojo cuidado. Después de este, puedes quedarte sin manos y reposar antes de 3 cintas más de placa típica que es fácil pero donde no la puedes liar...

Voy después y tampoco veo que el paso sea factible tirando del monodedo por lo que abro mi campo visual e identifico una regleta que parece común a la vía de al lado (que luego probaremos en polea un par de veces) "Popocho cochón, 6b+". Para llegar a ella de derecha hayq eu hacer un baile de pies y manos tras chapar y bajar un poco hasta apoyarte en el monodedo con derecha y cogiendo un cazo lateral de izquierdas que antes cogías de derecha para chapar. Ahí subes bien pies y llegas a la regleta desde la cual, volviendo a subir pies llegas a unos mogotes de izquierda que te permiten lo justo para dejar caer el peso del cuerpo a izquierda y trincar un pico con derecha. Desde este, ya tienes fácil aguantarle para llegar al cazo de antes del techito y chapar la cinta para superar este protegido. Una vía variada, más larga que sus vecinas y bonita de movimientos. Calidad.

Terminamos descifrando para otra vez la vía vecina que aunque no tan bonita, más corta y concentrada tiene un estilo similar con regletas y agujeros que has de saber coger para no hacerte daño. Otro día más. A continuar entrenando y saliendo cuando se pueda. Seguimos :)

domingo, 24 de septiembre de 2023

Sesión semanal doble. Morata, dónde si no...

El martes quedo con Antuan. Hace calor. A mediodía al salir de currar, vamos rumbo a las torcas de Chodes sin otro afán que disfrutar. A lo lejos, o eso creemos, se ven nubes negras. parece que están más al Este de nuestro destino... Veremos.

Dejamos el coche en el parking de las vías y aunque dudamos de ir al Alí, finalmente, como se nubla, decidimos quedarnos en la gran placa y si nos apetece, probar la pared del túnel. 

Calentamos en Resolución, 6a que aunque ya había hecho, no recordaba. Muy chula, la haré más veces. Después, nos pasamos a Biltelchús, 6a que a pesar de ser una clásica no había probado. Puede que ya no lo sea. Me explico, ha sido reequipada y ahora con otros seguros la línea va a la izquierda de la original. Eso me dice Antuan que también me dice que es igual de buena.

Montamos Raquel, 6by recordamos cómo era el paso clave, ya en la parte de arriba. Desde hace un rato chispea y aunque amenaza, la roca no llega a mojar... Esperemos que aguante. Aunque no tiene pinta. Nos pasamos a hacer Anabel, 6b con otro paso difícil arriba en el que hay que levitar. Estas dos vías a pesar de haberlas hecho ya, exigen. Esta última la hago en polea. Ya que me da miedo no poder llegar a la cadena si llueve más... Así es, en un segundo pegue para hacer metros Antuan no puede ni terminarla. La he visto venir. Les recogemos las cintas a la cordada de al lado y corriendo al coche y a por la cerveza.


El sábado quedo tarde con Ansón. Vamos para allá... Dejamos el coche en el mismo sitio que el martes y vamos, huyendo del gentío, a la aguja negra, Seguimos donde lo dejamos la última vez, quinta vía por la izquierda, Situación embarazosa, V+ de las de la vieja escuela. De escalar, fina, con alejes... A pesar de pelearla, estamos a pie de vía a la sombra y con brisa algo destempladillos. Es una época del año de contrastes. Vamos al circo negro buscando algo de calor pero el Sol entra ya en las vías y no nos deja ver bien así que volvemos a la aguja, al Espolón Royo, 6b/+ que monta Ansón y consigo hacer hasta su parte superior. Resuelvo el paso clave a vista, muy bien, pero me equivoco cogiendo mal una presa de salida y caigo de maduro. Muy, muy bonita y de calidad. Repetiré.

Aprovechamos la reunión para pasarnos en polea a Mixomatosis, 6c+ y probar la sección clave del comienzo, así como la parte de la panza... No es un buen día, hace calor y el tacto de las micro regletas no es el adecuado. Sufro y peno más que progreso pero en el último pegue, encuentro un indicio de solución al problema. A ver si este invierno insisto por ahí...

Para seguir haciendo metros, nos movemos hacia el puente de roca, hacia la zona de arriba a la derecha donde hay sólo una cordada y vías de calidad. Está Súper por allí con unos amigos y nos alegra verle. Monto Metanoia, 6b mi preferida y me doy cuenta de cómo estoy hoy. Colgándome un par de veces, no tengo el power necesario. Pero bueno, hago algo que no suelo hacer montar una vía exigente cansado. Me va bien para el coco y el ego.

Terminamos aprovechando la reunión de la de al lado, Paranoia, 6b+ que encadeno en polea llegando por los pelos a hacerlo. Pero bueno, 5 largos y habiéndome esforzado, buen entreno de pretemporada. Seguimos! ;)

jueves, 14 de septiembre de 2023

Empieza el viejo curso

Y no lo digo por los viejos con los que escalo :p , sino porque volvemos a lo de siempre, a lo que nos gusta y a lo que nos divierteeeee.

Resumo por aquí, para esta especie de diario de roca, con más sentimiento en las palabras que escribo que datos lo que han sido los dos primeros días de escalada tras un gran verano.

Hace dos viernes quedo con Ansón a trepar. El plan original era otro, acompañandos, pero finalmente vamos hacia otro mano a mano. Mañana tranquila por Morata que comenzamos cogiendo dos cestas de higos. Riquísimos.

Morata nos recibe con las banderolas de las fiestas pasadas

Tras ello, Antonio accede a escalar en la aguja negra, en unas vías de 20 metros que no conocía yo, a la izquierda del todo... Son vías mejores de lo que parecen desde abajo. Con entrada de placa fina, bonitos movimientos y una parte superior algo rota. Al loro.

La primera que hacemos creo que se llama Enea, V? y me sorprende grátamente, seguimos en orden con otras tres vías en torno al V/6a. A destacar la tercera (en mi opinión la más difícil de las cuatro, que son fáciles aunque con alegría en los seguros...) y cuarta que se llama Bichito, V+/?. A comer a casa y santas pascuas. Ir cogiendo sensaciones.

Este martes, me uno a Mon y Antuan para ir a Vadiello. Esta vez no vamos al río sino al muerto. A pesar de que amenaza tormenta, aún podemos disfrutar de 3 largos.

Empezamos en La chica del mini, 6b una vía que tenía hecha en polea y en la que volé llegando a la "R". Hoy para calentar sale poniendo las cintas. Es curioso que me acordara después de no sé cuántos años de cómo era el paso de llegada a la reunión. "Bien, Pedro, bien :)" oigo a Mon decir a pie de vía...


Luego van estos y Mon de bajada monta la de al lado, Yors, 6b+ que pica algo más, muy del estilo pero para mi gusto mejor aún, más mantenida. También tiene una llegada a la "R" picantona, especialmente por los pies resbalosos. Me equivoco al no ver bien la secuencia (los agarres) tras chapar la última antes de la reunión. Mon también pero porque resbala de pies. Antuan la saca.

Después, movemos a una clásica que repito también poniendo cintas Homo Fatus, 6b cuya cadena chapo ya lloviendo. No da para más que le dé una polea Antuan. Recogemos todo mojándonos y a casa. No queda ya nadie por allí...


Ahora a coger ritmo entrenando y salir todo lo que se pueda. Seguimos! ;)

miércoles, 16 de agosto de 2023

El hombre del mazo. Etapa reina de Lenito y Peña Forca

El 14 de agosto, víspera de la jornada de descanso nacional, tenía lugar la etapa reina de "Le Tour de les Pyrénées". Desde el principio de la jornada, se dejó sentir la dureza del trazado elegido por la organización, Felix, Gorka y Ali abandonan a las primeras de cambio y siguiendo la rueda del sólido líder de la general, Juan, llegamos a los puertos de Hecho donde enlazamos con el escapado Edu.

Juan y Eduardo tras superar el primer collado al salir de la parte arbórea

Los coches, por lo estrecho del camino no pueden continuar y los tres afrontamos en solitario el resto de la etapa. Las primeras rampas discurren por la sombra del bosque y una antigua calzada romana que pronto dejamos para tomar un canchal, en todo momento hacia arriba, con desniveles considerables y mantenidos.

Un pastor nos pone al día de lo acontecido en la zona (Osos, buitres, fiestas de Jasa...)

En este primer tramo de etapa, voy tirando y el líder y el maillot de la montaña me siguen a rueda. Tomamos ventaja sobre el resto del pelotón y todo parece indicar que llegaremos a meta con adelanto sobre el horario previsto.


La noche de antes, he tenido algunas décimas de fiebre pero he dormido bien y me encuentro, más allá del calor y lo mucho que sudo (como todos), bastante bien. Salimos del bosque y un collado nos sitúa en la divisoria entre valles con el collado del Foratón visible junto al Pico Aguërri y el Bisaurín. Esprintamos para los puntos y llegamos juntos hasta el cartel donde avituallamos antes de continuar. No hay bajada, arranca una nueva subida.

El paisaje es cárstico y podemos ver varias simas, además de la mano del hombre, también encontramos ventisqueros 

Siguiendo los hitos y tras conversar con un pastor, cedo mi lugar a mis dos compañeros de fuga. Eduardo demarra por la derecha, Juan por la izquierda, Sigo a este segundo y a duras penas puedo aguatarles el ritmo. Sufro mucho y siendo que algo no va bien... Así no llego a meta con el resto.

Sobre las demás cumbres, incluso por encima de la del Midi, destacan las vistas del singular Castillo de Acher

Afortunadamente los ataques entre ambos cesan y puedo reengancharme hasta el siguiente collado donde termina la pedriza. A pesar de todo, estoy ahí y las vistas son espectaculares. Sin embrago, los dos últimos puertos, me atemorizan. A los pies del siguiente collado se vislumbran sendas cimas de Lenito y Peña Forca. Nos cruzamos con algún aficionado. El ambiente cerca de la cumbre de los puertos siempre es más intenso...

El primer puerto es el de Lenito que afortunadamente, los dos favoritos afrontan vigilándose mutuamente y no llegan a atacarse, lo cual me permite seguir a rueda y coronar la cima junto a ellos. El avituallamiento me viene que ni al pelo. Recupero mucha energía y en la bajada el aire fresco me reconforta. Sigo a rueda y "sólo" queda un puerto. Espero no pinchar y aguantarles aunque no pueda disputarles la etapa.

Este puerto es más largo aunque no más duro y el habere recuperado en el anterior avituallamiento me permite coronarlo junto a los demás favoritos. Ya sólo queda la última bajada y la entrada en meta. Habrá que tener cuidado con el descenso, siempre peligroso y más en este caso con el estado de la calzada en el último tramo.


El descenso, aunque con algún hueco que se iba abriendo, lo hacemos también en grupo. Juan, el líder, tiene algún problema en la rueda trasera y casi cae en un par de curvas. Eso le permite a Eduardo aprovechar su inseguridad en el descenso y llevarse la etapa que termino en un meritorio tercer lugar aunque sin diferencia de tiempo entre ninguno. 


Sin la compañía de mis "rivales" no hubiera podido siquiera terminar la etapa. Una dura etapa por las condiciones de calor extremos, el desnivel acumulado y el ritmo ya que en apenas 6:10':00" cubrimos los 15(0)km y +1.800m de desnivel acumulado.

Al cruzar la línea de meta, nuestros equipos nos reciben con todo lo necesario para la rehidratación. Mañana jornada de descanso y... seguimos! ;)

viernes, 11 de agosto de 2023

Pico Anayet por Canal Roya con vivac en los ibones

El pasado miércoles nos juntamos ocho amigos de la cuadrilla de la urbanización Los Ríos de Jaca; Juan, Laura, Pablo, Alicia, Ander, Ane, Gorka y yo para hacer una travesía por Canal Roya hasta los Ibones de Anayet, pasar la noche allí y subir al día siguiente el pico antes de volver.


Las previsiones eran de mucho calor pero también de cielos despejados y una noche amable para dormir al raso aunque subimos con un par de tiendas de campaña donde cabían 4 personas... A la postre, subir estas dos tiendas nos libraron de una buena.



Comenzamos a caminar con bastante calor a eso de las cuatro de la tarde. Dejamos los coches en el parking de l'Anglasse poco antes de llegar a Candachú donde se toma la GR11. Esta se bifurca al poco de comenzar a andar con el camino de Santiago, ignoramos ese desvío y continuamos por el camino principal por un sendero que, afortundamente, discurre entre pinos en su primera parte. Llegamos a la fuente de los cerezos a unos 1.600m. Nos refrescamos y hacemos una foto de grupo antes de continuar por el barranco que sigue el curso del río.


En esta parte ya nos da el Sol de lleno, aunque la suave brisa nos da tregua en uno de los días más caluroso del verano. Pasamos por unas pozas que cruzamos por un puente a la media hora de iniciar la andada y en algo más de una hora llegamos a un pequeño refugio donde nos encontramos con una pareja que regresa de los ibones y nos advierte de la cantidad de gente que hay allí y alguna otra cosilla.



Vamos tranquilos, disfrutando del paisaje y aprovechando para tomar algunas fotos de los diferentes picos, aprender de geología de la mano de Pablo, reirnos con los comentarios de Gorka y alucinar con la logística de las hermanas Sanz Cenís (ni los sherpas del himalaya son capaces de portear tanto peso).



En unas tres horas llegamos a la rinconada y tenemos la suerte de encontrarnos los últimos 300 metros de desnivel que acumula el muro que, dejando a su derecha el pico, nos situará frente a los ibones. Vamos haciendo pausas y nos reagrupamos todos antes de llegar al lugar donde dormiremos. Todavía queda algo más de una hora de luz y aprovechamos para montar las tiendas, preparar la cena y cambiarnos de ropa. Cenamos de lujo y vamos sacando los sacos y extendiéndolos sobre las esterillas para ver las estrellas.



Pero el cielo se cubre y el viento se levanta. Chispea y aunque no cuadra con la previsión tampoco nos preocupa excesivamente. Somos optimistas, Juan comenta que las tormentas locales, derivadas de las nubes de evolución en días de calor así son imposibles de predecir pero que no debería durar mucho. Para, vuelve a llover, para... En un momento dado, tenemos que recogerlo todo porque nos estamos mojando en exceso. Tenemos que refugiarnos en las dos tiendas, repartiéndonos los cuatro que vivaqueamos entre el poco espacio que estas tiendas para dos personas tienen. Una odisea pero que no presenta otra alternativa. Ander y yo tenemos que salir a retensar los vientos y apañar una varilla que se había doblado y provocaba que las dos lonas se juntaran y calara el agua, entrándonos por los pies. 


Nos tomamos esta pequeña crisis con filosofía y aunque no para del todo, decidimos intentarlo de nuevo. Salimos con los sacos ya que parece más factible dormitar fuera a pesar de las circunstancias que dentro por el calor y la incomodidad. Bastante hacen Ali y Ane con hacernos un hueco inexistente pero por ellas y nosotros, salimos. Aunque vuelve a llover y Gorka y Juan regresan a la tienda con Laura y Pablo, Ander y yo intentamos coger algo de señal con el móvil para poder ver si la tormenta ya está terminando de pasar o va a seguir lloviendo toda la noche. Aunque nos cuesta, conseguimos ver el mapa de lluvia y comprobar que sobre las 00.45 todo se despeja por completo.


Efectivamente, a la hora señalada, el agua desaparece y como el suelo apenas está húmedo nos volvemos a tumbar dentro del saco sobre la hierba. Durante nuestra re-acampada Ander y yo tenemos la suerte de ver una estrella fugaz y poco a poco el cielo comienza a abrirse conforme los relámpagos se van alejando por el Norte. Espectacular cielo que la noche nos regala donde podemos ver perfectamente las diferentes constelaciones y la vía láctea. Nos dormimos en este hotel de mil estrellas.


Madrugamos ya que la luz nos despierta sobre las 6. Un relincho de caballo me hace dudar de si sueño o es de verdad. Es de verdad, como los ronquidos de Pablo. Ander y yo damos un paseo alrededor de los ibones para ver la zona y desentucernos mientras el resto van levantándose. Preparamos el desayuno mientras comentamos la "crisis" del día anterior y reímos de la situación vivida intentando encajar los cuatro en una tienda de dos. Ahora es donde todo lo subido a hombros por las hermanas es aprovechado. Cafetera, galletas varias, leche de distintos tipos, aguacate, tostadas... Ni en el Vincelle desayunamos así. De locos.


Lau y Ane deciden guardar el fuerte, recoger las cosas, estirar mientras el resto salimos a las 08.30 hacia la cumbre del Anayet. Aunque sin correr, vamos ligeros y pronto estamos en el collado entre el pico y el vértice. Ya hay gente que baja y otros que también suben. Llegamos al paso de las cadenas que superamos sin dificultades aunque con precaución. A pesar de la lluvia la roca está seca y aunque algunas zonas están más pulidas, en general, tienen buen tacto y generoso agarres.


Tras trepar por una chimenea, llegamos a la cima con una vistas brutales que abarca una panorámica que va desde el Midi d'Ossau hasta Bisaurín, pasando por Tendeñera y Collarada, con los ibones a  nuestros pies. Se está de maravilla allí y nos hacemos alguna foto pero hay que bajar para no volver muy tarde a casa y, sobre todo, no pasar demasiado calor andando.



Tras terminar de recoger nuestras cosas, coger toda la basura y picar algo, comenzamos a andar. De aquí al coche, poco más que reseñar, salvo que fuimos un poco justo de agua y casi ninguno nos atrevimos a beber de los saltos que fuimos encontrando. Lo que sí hicimos fue meter la cabeza en unas de las pozas que nos refresco algo hasta llegar a la ansiada fuente de los cerezos donde babimos hasta saciarnos a pocos minutos ya del coche.



Primera experiencia de vicac del grupo que seguro repetimos. Ya estaba Pablo maquinando algo por Marboré y proponiéndonos la próxima. Seguimos! ;)

viernes, 4 de agosto de 2023

Punta de la Espata desde Villanúa

Un pico estético, con forma de punta de flecha. De apariencia inexpugnable y que tenía muchas ganas de subir desde el primer día que lo ví. Algo apartado de sus vecinas Collarada y Collaradeta emerge como señalando al cielo. Lejos del protagonismo de sus vecinas de enfrente, sincéramente, a mí me llamaba más...




Le comento a Juan que me apetece subirlo y sin dudarlo se apunta. Hace años que lo subió con sus aitas pero le apetece repetirlo. Viene con el calentamiento hecho de subir hace una semana el Aneto. Quedamos no muy pronto a las 08.30 en la puerta de casa en Villanúa.


Desde la puerta de casa, tomamos el camino de subida a la fuente del Paco. Primeras rampas donde entre árboles vamos calentando el cuerpo. Nunca mejor dicho, porque ha amanecido con nubes bajas y el calabobos pronto deja paso a una fina lluvia que sin llegarnos a calar por completo no nos dejará en todo el día.


Tras salir de la pista que sale de la fuente del Paco hacia abajo, tomamos un sendero que vuelve a remontar entre bosque. Vemos un corzo a lo lejos, tras remontar un par de curvas, volvemos a verlo bajar bosque a través huyendo de nuestra presencia. Impresionante.



Llegamos al refugio de la Espata. A nuestra derecha divisamos ya la mole de piedra al final de la ladera que dará paso a la cima de punta de la Espata. A la derecha, Bacún. Entre prados con vacas, vamos ascendiendo por empinadas rampas herbosas. Con tendencia a derechas, vamos remontando metros hasta llegar a la divisoria de vertientes. Un vertice geodésico, marca la muga. El viento nos azota y las condiciones patagónicas nos obligan a abrigarnos cuerpo y cabeza. Las manos se entumecen y tras contemplar el arcoiris que dibuja un arco completo desde donde estamos, proseguimos.



Pronto enfilamos la arista que nos conduce por una línea recta ascendente de piedras pero menos inclinada que las anteriores hasta la cima. Allí, tenemos la fortuna de poder contemplar las vistas de picos y valles vecinos. Comemos y bebemos algo y nos preparamos para el descenso tras tomar algunas fotos. Pronto, las nubes comienzan a tapar todo de nuevo. Hemos tenido suerte. En algo menos de 3 horas, hemos cubierto los 1.200 metros de desnivel. No está mal. El camino es físicamente exigente pero técnicamente muy sencillo y no tienen pérdida.



Vamos para abajo y nos cruzamos con 3 grupos más que van para la cima. La lluvia vuelve a hacer acto de presencia y el viento arrecia. Charlando y caminando, en un par de horas regresamos al punto de partida. Es la hora de comer. Nos despedimos aunque luego nos volveremos a ver por la tarde. Eso sí, después de una mereceida siesta. Ya estamos preparando la siguiente... Seguimos!