viernes, 19 de agosto de 2022

Correteando por el valle del Aragón

Dentro del "atípico" verano y sin oportunidad de tocar roca, ni -por qué no confesarlo...- mucha gana de monte serio, una opción de moverse que sí aceptaba mi cuerpo y espíritu ha sido la de correr.

Desde el año pasado que hice Jaca- Castiello - Jaca corriendo tenía ganas de hacer Villanúa - Jaca, dando por hecho que "todo" sería bajada. Además, en la última parte del recorrido tuve la penúltima luxación de hombro en un rebote al bajar un escalón, por lo que la espinita clavada era mayor...

Para empezar, tenía que reconocer el tramo Villanúa - Castiello y eso hice con Silvia al poco de aterrizar por allí. Aguantamos bien pero el tramo, lejos de ser bajada, suponía un bonito rompe piernas con falsos llanos, bajadas y alguna que otra rampa nada despreciable. Primera tarea cumplida.


Para seguir entrenando de cara a mi objetivo, máxime tras más de un mes sin correr, hacía falta meter algo de tralla en las piernas así que en un paseo hasta la cascada de los meses por la senda a Gabardito, decido hacer el recorrido corriendo. Bien, aunque no se si repetiría =)


Tras descansar y esperar un día de no mucho calor, con coche de apoyo en Jaca para poder volver, llega el momento y cumplo. A una media de 6 mins/km me quedo más que satisfecho. Sobre todo por las sensaciones durante la carrera y también después. No tengo agujetas ni me encuentro especialmente cansado. Contento. 


De todo el recorrido que parte por el camino del Orbil en Villanúa y que mayoritariamente discurre por el camino de Santiago me quedo con la parte que baja desde la Iglesia de Castiello hasta 2 o 3 kms más allá, antes de coger el tramo más ancho y abierto del camino, donde predomina el llano y hay más gente. Un bonito trozo del camino que cruza el río y donde abunda la vegetación.

No sólo de roca vive el hombre... Seguimos!

martes, 16 de agosto de 2022

Punta de la selva desde Villanúa por Castiello

Este verano ha sido singular a la vez que trepidante. Sin embargo, el tiempo pasado en Pirineos ha sido menor a otros años.

No he coincidido con ningún compañero para poder escalar por los meses, sin embargo, no he estado mucho en el sofá. He aprovechado para pasear. Sí, más que montaña, paseos por el monte y correr.

La salida más "significativa" que he podido hacer es la subida al pico de la selva. Desde la puerta de casa. Un lujo. Sin mayor pretensión que caminar por senderos desconocidos para mí, nos encontramos con una buena actividad en la que pudimos disfrutar de un bello bosque y muy buenas vistas.


Comienza por el camino del Orbil, que comparte itinerario con el camino de Santiago a su paso por Villanúa en dirección a Castiello de Jaca. Cerca de este último, marca un desvío en el que indica 1h10' a la cima. Este camino, al resguardo del Sol, es completamente ascendente hasta la cima y recorre un barranco transitado por BTTeros.


Aunque llovió la noche de antes, el camino está en buenas condiciones y no tardamos el tiempo indicado en alcanzar la cima. Preciosas vistas de Jaca, Oroel y localidades de alrededor. Comemos algo y aprovechamos para beber y descansar un poco.


Tras descartar volver por el mismo camino, encontramos al otro lado de un vallado la pista que discurre hasta un cerro de mayor altura donde una divisoria flanqueada por una barrera nos ofrece volver para casa o bajar hasta Iguazel. 


Seguimos en dirección de retorno por una cómoda pista desde la que podemos ver Collarada y los montes vecinos y en la que encontramos las ruinas de la ermita de Santa María de Trujillo. Más adelante, la pista enlaza de nuevo con el camino del Orbil en un punto anterior al desvío tomado.



Tras casi 5 horas de caminata, unos +600m y 18km llegamos a casa con hambre. Seguimos! ;)