domingo, 20 de agosto de 2017

Peña Roya, cresta de Tendeñera y Peña Sabocos desde Panticosa (pueblo)

¡Ay!, ¡Qué mañana se terminan las vacaciones..! Cual farra de la última noche de verano, se nos fue de las manos. Buscábamos hacer algo en el día, algo ni muy cañero ni muy dominguero y, al final, empezamos con una y luego otra y... Ufff... Hoy todo duele un poco pero uno se levanta con esa sonrisa tonta en la cara. Ya-tú-sabes...
 Mapa y track de la ruta a Sabocos

En fin, que decidimos Juan y yo a eso de las ocho de la tarde del viernes ir a Panticosa y desde allí subir Sabocos. No teníamos muy claro tiempos ni ruta, pero como también se lo propuse a mi amigo Juan Arregui (que sabía andaba por Jaca) y resultó que este sábado también iba al monte con su padre y, casualidad?, también a Sabocos...! Pues nos relajamos y dábamos por hecho coincidiríamos en la subida con ellos.
Juan por las rampas que nos llevan de Panticosa a las pistas. +600m. Al fondo, la zona de Ordesa.

No fue así. Para empezar porque aunque empezamos a andar antes que ellos nos cogieron ventaja al subir hasta las pistas en la silla. Unos 40' de ventaja. Empezamos a ascender hacia lo que creíamos Sabocos y algo despistados por los grupos de gente que conforme adelantábamos veíamos que no eran Javier y Juan. 
Ibón de los Asnos y el Pico Mandilar y su reflejo en las aguas

Tras dejar atrás las pistas de ski y rodear el Ibón de los Asnos dejándolo a nuestra derecha, la pista de tierra nos lleva hasta la bifurcación donde dejamos tomamos el camino de subida, con el Ibón de Sabocos abajo, a nuestra izquierda, comenzamos a zigzaguear ganando altura hasta encontrarnos con marcas de la GR11. Tras llanear por un pequeño circo, comenzamos a subir la pedrera que no sin esfuerzo nos lleva hasta lo alto de Tendeñera.
Vamos ganando altura. El Ibón de los asnos abajo, al fondo a la izquierda el Midi D'Ossau y a la derecha los picos Infiernos
Juan en los últimos metros de la pedriza que lleva hasta el collado

Al llegar al collado cercano a la cima de Peña Roya, nos confirmaron que ese pico no era Sabocos y, este, se encontraba frente a nosotros al otro lado de una larga travesía en creta por el macizo de Tendeñera. 
Panorámica desde la cima de Peña Roya.
De izquierda a derecha pueden verse; Collarada, Midi D'Ossau, Infiernos, Taillon... Y al final de la cresta, Sabocos.
Cima de Peñarroya. Juan y yo flanqueados por Collarada y el Midi. La zona de Sallent, ya con nubes.

Ya que estábamos allí, subimos a la cima de Peña Roya y pensamos qué hacer. Si volvernos y ya o probar a llegar a hasta Sabocos por una cresta que no conocíamos y no teníamos información acerca de su dificultad, exposición, etc. La consigna fue poco a poco y valorar conforme nos fuéramos encontrando las dificultades, hora límite, 14.00. Llegamos al final de esta preciosa cresta a eso de las 12.30. Poco antes vimos llegar a la cima de Sabocos a Juan y a su padre que ascendían por la normal.
 En mitad de la Sierra de Tendeñera puede observarse un agujero que la atraviesa. Desde la pista, abajo, es visible. Desde arriba es espectacular y regala una singular vista del Ibón de Asnos.
 Estas amables cabras tras enseñarnos cómo movernos por las piedras nos permitieron continuar nuestro camino.
 Juan afrontando los últimos metros de la cresta antes de la arista que nos llevaría a la cima de Peña Sabocos
Superada la cresta, momento de relax y de llevarme un bonito recuerdo en formato "selfie"

Media hora más tarde nos encontrábamos con ellos en la cima y, al fin, pudimos reunirnos todos. Allí les contamos nuestra equivocación y, gracias a que llevábamos los dos camisetas naranjas fosforitas, nos habían ido viendo progresar y nos tuvieron localizados todo el rato.
Track ampliado donde se observa mejor el recorrido Peña Roya - Cresta Tendeñera - Peña Sabocos

Tras las pertinentes fotos y descansar un poco, emprendimos juntos el regreso a Panticosa. Volvimos por la normal, el camino que ellos habían tomado hasta la cima exceptuando un tramo en el que no lograron ver los hitos indicativos y progresaron por una barranquera más penosa en la última parte de la ascensión. Afortunadamente, de bajada, no nos confundimos y pudimos completar la vuelta correctamente.
arriba: con Juan (Arregui) y el Vignemale al fondo · abajo: Juan, (yo), Javier y Juan

Antes de completar el regreso, a algo más de una hora del parking nos detuvimos a comer y beber algo en las pistas de ski. A las seis en punto llegamos al coche bastante cansados, nos cambiamos de ropa y refrescamos un poco y pusimos rumbo a Zaragoza. A las ocho en casa y... Hasta la próxima!

sábado, 12 de agosto de 2017

Sequoia Sempervirens

El último día de este verano en el camping, fuimos a conocer el cercano bosque de sequoias costeras que hay en el término de Cabezón de la Sal.

Este impresionante bosque no es autóctono y su origen proviene de los árboles traídos de América que, por cierto, dan nombre al área californiana conocida como "palo alto"...

Podemos descubrir el encanto de este bosque y contemplar los más de 40 metros de algunos de los ejemplares de este árbol que hay catalogados como "singulares" a través de un sendero adaptado de 200 metros. Fuera de este sendero, podemos adentrarnos en un sombrío y húmedo ecosistema en el que las luces que logran colarse nos regalan preciosas tonalidades y reflejos dignos de cualquier novela de Tolkien o Lewis.

En uno de los límites del bosque podemos conectar con una pista forestal que nos permite alargar la caminata hasta un barrio cercano a cabezón. Esta pista está ne perfectas condiciones para la BTT.

A las faldas del Monte Corona se haya este bosque que permite realizar múltiples paseos que bien son merecedores de varias visitas. 

A la carrera por Cantabria

Atípico verano por el camping este año. Pero como siempre, muy bien. 

Y lo digo porque en vez de Sol ha predominado la lluvia, por lo que los planes de monte eran menos factibles. Porque debido a mi lesión de hombro he preferido no traer los cacharros y no adelantar plazos..., Y porque en vez de solos Carol y yo hemos estado con familia por lo que ha habido diferentes posibilidades.

Dentro de estas variaciones, una de ellas es el que he podido salir a correr acompañado y descubrir nuevos itinerarios.

Vistas desde la terraza del Rayo Verde, en la Gerruca

El primer día, pasado Comillas dejamos el coche en el campo de fútbol José Ramón y yo. Desde allí siguiendo en buena parte el paseo marítimo hasta la playa de Oyambre nos lanzamos a correr cuesta arriba. Pasada la Rabia, nos metimos por el camino del Capitán hasta el campo de Golf y atravesando la entrada de la playa, seguimos ascendiendo hasta la Gerruca y vuelta. Total, 10 kilómetros con unas vistas muy chulas.

Panorámica desde lo alta del mirador del Yeyo

El segundo día, tras haber reconocido previamente el terreno con Carol, decido subir corriendo hasta el mirador del Yeyo. Un montículo que domina el barrio de la Iglesia y sus alrededores. Desde donde se ve el mar y todos los núcleos cercanos. Por una pista forestal compartida con vacas y ovejas se va ganando altura de forma mantenida. La salida desde el propio camping y el camino que lo reodea hasta alcanzar el sendero. La vuelta, alargándola por el mismo camino pero llegando hasta la venta del Tramalón. Muy satisfecho.

Atardecer desde la ermita del Remedio

El tercer día, decido ir hasta la ermita del Remedio, famosa por sus vistas de las puestas de Sol y acantilados. Comienza a llover pero es hasta agradable. No voy por la carretera general, sino por las calles de los barrios de alrededor, entre casas y cuestas a la ida y, para volver, lo mismo aunque bordeando los acantilados hasta tener que comenzar a descender para poder coger el desvío hasta el camping. Al poco de atravesar la entrada de el Helguero, cae el diluvio, me libro por poco...


Contento porque en 10 días he salido a correr 3 veces y no he sentido molestia alguna ni articulaciones cargadas. Así que como pretemporada me va a venir fenomenal.