domingo, 23 de febrero de 2014

Fin de semana de 10

Tras "precelebrar" mis 33 añazos el viernes en el Pub Eccos rodeado de amigos, ya podría haber dado por cerrado, y bien cerrado, el fin de semana. Sin embargo, apenas 8 horas más tarde, Kike y yo habíamos quedado 20 metros más allá de la puerta de bar donde Pablo Soláns y Chavi Benedé nos deleitaron con un concierto en acústico digno de mención. Y he aquí la misma...


El sábado recojo pues a Kike y veinte minutos más tarde al "sobrino" en la gasolinera de Villanueva. Rumbo, de nuevo, a los bombos... Especial sector este para mi, como mucho estaréis cansados de haberme oído hablar... Hace un día PERFECTO. El tacto de la roca es bueno, la temperatura mejor, ni una sola nube, estamos solos y las manos comienzan a sudar...

Kike y Guillermo calientan el la Charlicita, 7b+ y disfruto viendo ritmo sobre desplomes. Si, tallados, no son naturales, tecnovías y todo eso, pero a mi, me gustan... Y cuando me ato y vuelvo a poner las cintas de mi vieja amiga Babia, 6c/? recupero las sensaciones de hace exactamente 12 meses, pero mejores todavía.

Después de montar la vía, le doy dos pegues buenísimos. Los mejores que le he dado nunca. Me encuentro mucho más seguro (gracias al buen trabajo del traumatólogo en mi hombro), más fuerte (gracias a la concienzuda rehabilitación y a los entrenamientos) y más ágil (sin duda, gracias a los buenos consejos y lecciones de escalada de un maestro y paciente amigo, Kike).

Disfruto escalando por el desplome como nunca lo había hecho y, encima, encadeno con solo una caída y con todos los pasos matizados. Es cuestión de volver a darle unos cuantos pegues para terminar de coger la resis que me falta y continuar entrenando, alternando con otras vías para no saturarme y, al final, caerá. El sábado, por primera vez, lo vi posible.

Entre los ánimos de Kike que me asegura en los pegues, Guillermo, asegurado por Richi que llegó algo más tarde, encadena Ataraxia, 7c tras varias caídas en la entrada a la reunión por cuestiones morfológicas de la vía. Una lección de escalada "ligera" la que nos dan estos dos pajarillos, jejejej!

Kike retoma Lady Bacon, 8a+ aprovechando la jornada para resolver pasos con nuevos métodos y sacar algún paso nuevo fruto de la rotura de un pie... Una historia de amor-odio la de mi amigo con esta vía que va ya por los 15 años. Ejemplo de tenacidad y lucha. Seguro que el día menos pensado, cae.

Tras desmontar las vías y chalar con Héctor y Pedro que vienen de Huesca con proyectos más ambiciosos como El día de la bestia, 8c nos vamos rapelando a por el coche y a casa. Nos dejamos un par de cintas en Babia que habrá que recogerlas, nos hacen el favor Héctor y Pedro de cogerlas, así que localizadas. Demasiadas emociones y, claro, se nos va la cabeza, jejeje!

A la tarde, descanso por Zaragoza, recogida de dorsales y a la cama pronto previo platazo de pasta, que hemos quedado a las 09.30 Carol y yo con Fede y Pablo para correr la IV Carrera con motivo del día mundial de las enfermedades raras.
La "gacela guatemalteca", Carol y yo posando para la posteridad

7 kilómetros de "subibaja" alrededor del parque Labordeta con un tiempazo para flipar y ambientillo de carrera popular, donde mi hermana, Javi y Pilar se dejan ver para animar ;)
Disfruté haciendo de liebre 3 km para Carol y después remontando para alcanzar a Pablo. Resultado: parciales que fueron de 6'40"/km a 4´10"/km. Fuego en las piernas, pero sobre todo, diversión. Carrerones de Carol y Fede

A la tarde sólo queda la siesta y disfrutar del 3-0 de Osasuna, poco o nada más que pedir al fin de semana. A por el lunes!

lunes, 10 de febrero de 2014

Perdidos en el ambiente alpino de la pared perdida, Morata

Tras algún contratiempo y un cielo incierto, salimos de Zaragoza algo tarde. Sin embargo, a las 11 ya estaba encordado e intentando sentir algo con los dedos a cada movimiento que hacía. Las manos dormidas del frío y sin poder encontrar la sensibilidad. 
Día lluvioso y frío. Giorgio pasea por el Alí...

Empezamos con Iniciales, V. En la parte derecha de la pared. Una vía bonita bien equipada y con un paso a mitad que me hizo pensar y estar a punto de colgarme. Sin embargo, le eché algo de arrojo y a la saca. Sube Giorgio y también con frío y sensaciones sin encontrar. Pasara lo que pasara, estábamos allí, como un par de cordadas más, dispuestos a escalar hasta que la lluvia nos echará. Y no tardó...

Seguimos con algo más picante, Perdida en la pared, V+. Me veo bien y ya en el coche, me doy cuenta de que es el primer día que he escalado sin pensar en el hombro! Estaba tan concentrado, disfrutando y con buenas sensaciones físicas, a pesar del frío, que ni acordarme. Esto, supone que no escaqueo pasos de izquierdas, ni hago ningún sobre esfuerzo a fin de compensar para proteger mi hombro. No sólo significa que no tengo molestias ni dolores, sino que la cabeza, vuelve a funcionar. ¡Al fin!















Me pego una buena luchada en esta vía, ya que además a mitad, empieza a llover y a mojarse la pared. En ese instante, pienso que como si de una competición se tratara la cuenta atrás se ha iniciado, pero no me pongo nervioso, sino que me concentro más si cabe. Disfruto, resuelvo los pasos a vista. peleo y encadeno.
Llegando a la reunión de Iniciales, V

Desmonto la vía a medias y dejo el descuelgue listo para que Giorgio le de un pegue, lloviendo todavía más de segundo y recoja (como pueda) el material que aún queda. Nos da rabia no poder apretar más... Esperábamos la lluvia, como el resto de los presentes, pasado el mediodía. Decidimos pasar por el coche, coger la comida y dar una vuelta por la escuela enlazando los sectores de agujas, puente de roca, macizo del Alí y vuelta por el túnel al puente de roca...
En rojo, el recorrido que hicimos para apurar el día en Morata (Chodes)

Así con con estas, a la hora de comer a Zaragoza. Así es la escalada, y la montaña en general. Otro día, más y mejor :)

domingo, 2 de febrero de 2014

Entrenando

Está siendo un invierno "raro" en el sentido de que cuando tengo la posibilidad de salir a escalar, esquiar, andar en bici... Sale un día de perros. Y cuando se dan condiciones meteorológicas buenas, tengo otras obligaciones que no puedo dejar de lado.

Confieso que esta situación, me ha crispado los nervios varias veces, pero al final, he reconducido mi rabia hacia algo positivo: entrenar más.
En el tablón desplomado tachando bloques

Las últimas cuatro semanas, he entrenado en el tablón lunes, martes, miércoles y jueves. Además, los sábados, también he bajado con algún amigo a hacer bloque y, ayer, fuimos a probar Giorgio y yo el Climbat de Dock39 en puerto Venecia

Los domingos he aprovechado para coger la bici con amigos (volvimos a ir al Brugo de Ebro), ir a correr con Carol (junto con Pablo, tenemos a finales de mes una 7k) y entre semana, los jueves además, hemos jugado varios partidos de padel en casa.

Vamos, que no he parado. Todo esto, me ha hecho ganar un kilo de peso y a la par, me he quedado "más fino". Además de esto, en cuanto a cosas positivas, y más importantes si caben, una de ellas es que el hombro poco a poco se va fortaleciendo y no tengo dolores ni molestias de ningún tipo. Sigo teniendo algo de freno psicológico con pasos de hombro largos y abiertos, pero sólo eso. Así que con la confianza física que voy ganando, irá llegando la mental.

Con todo ello, espero las próximas semana, salir a escalar en roca y ver si soy capaz de transferir el rigor espartano de los entrenamientos a nuevos y viejos proyectos en Morata, Vadiello, Alquézar...

Espero poder actualizar con cosas más interesantes el blog en las próximas semanas. Hasta entonces ¡A entrenar!