domingo, 17 de abril de 2016

Vuelta por Zafrané

Esta mañana primaveral de sábado, nos vamos sólo Mon y yo a la Foz. Tendremos que escalar en la sombra porque el día es tan bueno, que si no vamos a pasar calor.

Dejamos el coche en las casas y bajamos por la grapas sin tener muy claro dónde ir, así que miramos la guía y decidimos probar en el jardín flotante que hay variedad de grado y sombra.
Mon en la mini-ferrata de acceso al cañón

Calentamos en un 6a+ de los de aquí. No es fácil pero en el segundo pegue encadeno Barman, 6a+ sin mayores problemas. Qué escalada tan rara y roca difícil de descubrir en ocasiones. Tras un par de embarques en vías de 7a y 7a+ que no terminan de convencer a Mon y desmonta, nos vamos a Espalda cangrejera, 7a un buen séptimo, físico y buena presa con un par de pasos, especialmente el de llegada a la "r" que nos enganchan el resto de la jornada. Ahí dejaremos la cuerda y cintas y pasamos el día de pegue en pegue. Otro proyecto que queda en la Foz...

Aunque llegamos y no hay nadie, pronto comienza a llegar la flor y nata de la escalada focera: Óscar y Begoña, David A., Super, el Bombi, Levi... Y el ambiente se anima. Alternando pegues y jaleos pasamos una tarde muy simpática. Destacar una pareja de vascos que se dejaron caer por allí y, la verdad, es que él nos deleitó con algún pegue extraordinario. Especialmente el de un 7c a vista en el que a pesar de haberse atascado en un paso entre la 4ª y 5ª chapa consiguió llegar a la cadena haciendo un alarde de resis que no veas... Ver pegues así, siempre es motivador.
Al final del día chispeó y nos fuimos justo antes de que llegara la lluvia en serio...

Bueno, pues hoy no me puedo ni mover casi del cansancio de ayer (eso está bien, sobre todo porque no tengo dolor en el hombro) y he aprovechado la buena mañana que ha hecho para correr unos kilómetros por los alrededores de casa y esta semana, vuelta a entrenar.

sábado, 9 de abril de 2016

Temperatura rotpunkt

Qué duros son los viernes. Bueno, más bien los viernes son flojos porque no aguantan la semana... Aún así, salimos, que ya hace más de un mes que no toco roca. Quedo con Quique y Ricardo y nos vamos para el muerto inferior donde Ricardo tiene su proyecto: Bricolaje y sus secuaces, 8a y Quique también quiere progresar en esa vía porque le ha dado chispa a sus dedos para Escalete...

Por mi parte, con vías en todos lados, tengo fichada allí Errare humanum est, 6c de la que he oído es la mejor del muro. Bueno, la ignorancia y poco conocimiento de mi estado escalador, hace que el día sea una incógnita. En cualquier caso, estoy feliz. Feliz por poder desconectar y disfrutar de la montaña haciendo algo de deporte y, también, sufriendo un poco. Es lo que me gusta. Así que no me quejo.
Quique asegurando a Ricardo atento y animando


Ricardo y Quique dejan montado el 6c para calentar y yo me monto Aqualung, 6b+ a la derecha del mismo. Voy de chapa a chapa, frío todavía y sacando los pasos hasta la "R". Ricardo y Quique alternan pegues en el 8a y el muro se anima... Llegan los de Huesca, Willy, Javier y cía que están unas horas con nosotros allí y después se marchan. Buen ambiente escalador en el muerto, como siempre.

Hace frío y la brisa nos castiga. La nieve se ve en los alrededores y conforme avanzan las horas nos vamos quedando algo fríos. Por contra, el tacto de la roca es excelente y eso nos anima. Calentando y montando la vía, justo chapando la reunión el hombro me da un latigazo, pero pienso que es algo puntual y como no noto mayor molestia, me olvido. En el segundo, voy escalando bien y paso la travesía que está mojada chapando la cinta que ya hay tras superar el paso. Vuelve a pincharme el hombro y me vengo abajo... Me cuelgo, siento dolor, aunque al menos no he notado inestabilidad o fallo en la articulación. Intento animarme y voy hasta la cadena sin estar en la vía.
Quique activando dedos

Nada, hoy para mi se ha terminado el día y, veremos... Lo mío es luchar contra natura. Es querer y no poder. Mi cuerpo escombro no está hecho para esto y es difícil de asumir. Pero bueno, también me conozco y se que la última palabra no está dicha. Para empezar porque hay mucho que mejorar en todos los aspectos, no sólo en el físico. Y todo está relacionado.

Lo que está claro que es un día particular. Mucho, mucho frío y mucho tiempo sin escalar en roca., Quizás no debería haber calentado en un 6b+ cabrón con mi grado. Aunque la sensación no fue de apretar muchísimo, lo cierto es que el cuerpo se resintió y hay analizar todos los factores que rodearon el pegue para poder encontrar los porqués y buscar alternativas para continuar avanzando.

Sin embargo no hay mal que por bien no venga y al parar de escalar, mis compañeros alternan mejor los pegues en su proyecto. En estas que ya estamos a punto de recoger y Ricardo, en un rebufo, decide darle un último tiento a la vía... ¡Pasa el crux como una moto! Y todos, los tres, nos lo creemos.
Ricardo dándolo todo

El resto hasta chapar la cadena, aguantando y concentrándose en terminar el trabajo que, ni mucho menos está hecho. Una mezcla de euforia y miedo, presión y alivio. Esta noche Ricardo cena canelones y Quique y yo contentos por ello.

domingo, 3 de abril de 2016

Alfocea desde Parque Venecia por Juslibol y el castillo de Miranda

Esto de encontrar gente para escalar se ha complicado hasta el punto de que, ahora que alarga el día me resulta más fácil cuadrar agenda con mi socio para que me cubra y sacar una tarde, que salir el fin de semana.

Como tengo la piel justa y algunos dolores en el dedo y espalda, decido que en vez de bajar al panel, voy a coger la bici. Hace un día espectacular, 10º-14º y sol, apenas viento... No se muy bien dónde ir porque, la verdad, estoy perezoso. Tampoco encuentro gente para ir en bici y finalmente me dirijo hacia los galachos de Juslibol.
Tener estos reductos de naturaleza en la misma ciudad...

Gran parte del recorrido discurre por el carril bici y eso aburre un poco. Desde casa hasta Juslibol. Pero bueno, me muevo y disfruto del día que hace. Ya en Juslibol, cogemos un camino que se adentra por los meandros y es otra cosica. Con el día que hace muchos somos lo que estamos por allí en bici, andando, con niños paseando, en el tren turístico...
Meandros abandonados por el Ebro conforman este singular ecosistema de pequeñas lagunas

Tras llegar al dique donde termina la zona de los galachos decido rodar un poco más y me dirijo hacia los pies del castillo de Miranda. el camino que continua a partir de allí está con agua, embarrado y decido continuar por uno paralelo que da acceso a los campos cercanos hasta la localidad de Alfocea. 
La primavera ha llegado a la ciudad y no veas lo bien que te sienta...

En Alfocea tras 20 km. decido regresar por otro camino con el que ya hace tiempo anduve con José. Al final, casi 40 km. y a media mañana de vuelta en casa. Buen almuerzo, mejor comida y una siesta superior. Hay que aprovechar y, aunque no apetezca, salir y hacer cosas que entre semana nos debemos a nuestras obligaciones. Además, hay que hacerlo porque podemos hacerlo y se nos regalan oportunidades así.