domingo, 18 de mayo de 2025

Vuelta al mirador de la Cartuja

Atardece en Parque Venecia y es el momento de probarme y probar nuevos gadgets. Primero porque tengo una uña del pie que me está dando problemas y segundo porque para poder correr mejor (llevar agua, etc.) me compré un chaleco y quiero hacerme a él antes de necesitar su uso de forma obligada en la carrera de septiembre.

Como es algo tarde y no quiero forzar, decido hacer una circular corta hasta el mirador de la Cartuja que tiene "un poco de todo". Así que me viene perfecto ese recorrido. Salgo hacia el canal dirección aguas abajo y a los 3k tomo el desvío indicado que por un sendero entre pinos (y un montón de conejos) remonta hasta los postes de luz y puentes cercanos a las vías del AVE. Desde allí, por pista iniciaré la bajada hacia el barrio, ya en campo abierto.

Termino por desviarme de nuevo hacia el canal para alargar un poquito más la vuelta. Las sensaciones de lo primero no muy buenas, toca podólogo que me dice que aunque la uña está sana, el desarrollo de mis flexores hacen que los dedos -probablemente por la escalada- se eleven ligeramente en lugar de permanecer más rectos y me roce con la zapatilla, especialmente en bajadas. Solución; pulir la uña 1 o 2 mm y hacer más estiramamientos. Veremos...


Del chaleco, aunque da calor -y hacía mucho...-, no me resulta incómodo. Bien. Habrá que aprovecharlo. Seguimos ;)

domingo, 11 de mayo de 2025

Por casa

Niños acostados. Todo recogido... No es mala hora aunque luego me iba a costar dormir por haber salido a correr relativamente tarde. O eso o nada. No hay otra franja horaria libre. Silvia se queda por casa descansando. Ella es la lista, yo, no.

Como siempre que salgo a correr desde hace un año y medio (la edad de mi hijo mayor) "salgo a ver qué hay"... No tengo muy malas sensaciones. Me dejé los auriculares en el trabajo y llevo unos de cable. No llevo ropa de última generación ni de marcas "top". Tampoco mis piernas las aprovecharían pero disfruto. Primero porque no tengo dolores ni impedimentos y, después, porque no puedo pedir mucho más :)

Tiro hacia el cabezo de las zorras pero con varios planes de escape por si las patas o la patata no responden a mi gusto. Muchos conejos (como yo) cruzan los campos a mi paso. Asustados tal vez. Nada que temer porque son bastante más rápidos que yo. Voy enlazando cordales y resistiendo al viento con bastante buena cara. Subida-bajada-subida-bajada-subida... Así hasta el cabezo de las zorras. Rompepiernas que tomo como entrenamiento motivado por mi objetivo recientemente establecido para dentro de 4 meses, al media maratón de montaña "Hayedo de Peñarroya" (23k | +900m).


Van cayendo los km, 13k y aunque no mucho desnivel +250m ni un ritmo vertiginoso, termino contento. Primero por el desahogo que produce el deporte en general y correr en particular y segundo porque de pulmones y corazón me siento muy bien. No tanto de piernas, eso sí... Pero bueno, estamos empezando como quien dice.


Seguimos ;)

jueves, 1 de mayo de 2025

Por los bosques de Lierde

Con el buen tiempo, salen de entre las hierbas los gusanos. Y también los corredores que somos perezosos y en invierno nos da palo el frío.

Seguimos aprovechando las ventanas de oportunidad (nada de metereológicas, que también... Sino las que mis suegros me dan en apoyo a Sil para poder "escaparme" un rato) y esta vez decido tirar hacia el Lierde. El año pasado fuí la víspera de la subida a la fuente del Paco para hacer rodaje pero, claro, de rodaje y no llegué hasta el refugio. Así que esta vez, después de una microsiesta post-lentejas de mi suegra, para allá que voy.


Con la caraja todavía -son las 16.15 horas...- intento que el cuerpo arranque y el Sol no me aplatane mucho. La primera parte, la rampa de la calle de las viñas después de atravesar el pueblo y cruzar la carretera ya pica... Y no dejará de hacerlo hasta arriba ya. 


Subo por la pista con unas vistas de los montes Collarada, Collaradeta y punta Espata muy bonitas. Con menos nieve ya. Por las laderas sobre las que discurre el camino, veo alguna antigua trinchera. Los dientes de león y otras flores inundan los bordes y el Sol se intercambia con la sombra según cambia la orientación del camino al tomar las curvas.


Aunque siento que el ritmo no es muy rápido, me encuentro relativamente bien y mantengo una velocidad constante. No dejo de correr hasta llegar al alto donde se encuentra el refugio y encuentro la bifurcación de caminos; el que he venido siguiendo, el que continúa hacia las cimas vecinas y el del sendero que he dejado al final de las viñas para tomar la pista principal y que es el que ahora voy a coger para bajar. Un camino más técnico que discurre paralelo a una pista de descenso de BTT "rock &Lierde".


Al final, han sido 6km / +250m; un primer kilómetro llano, algo más de 3 mantenidos y uno y medio de bajada. Con más tiempo (iba un poco justo porque habíamos quedado después...) puede alargarse la vuelta y salir una cosa interesante... Para este verano? Seguimos ;)

Recovery nocturno en el monte Lierde (esta vez, el Bar)