viernes, 11 de enero de 2013

Never surrender

El martes fuimos Quique y yo a Alquézar. Queríamos desconectar un poco de nuestros objetivos en los bombos y cambiar de aires, escalar más suave, cosas distintas... Y allá que fuimos.

Un día perfecto, las cuevas desiertas, Sol pero sin cocernos, buena roca... En fin, nada más que poder pedir. Monto Variante Marigrigri, 6b+/c y la dejo en polea para que caliente Quique y la volvemos a dejar así para matizar los bloqueos del principio y los movimientos de pies de mitad e intentar un buen pegue a final del día, después de hacer unas series para entrenar en la misma vía.
Roca para rato..

Llegan Farmas, Pedro, Chiro y Citro de Huesca. Presentaciones, risas y ellos también calientan por la misma placa. Tienen proyectos por la cueva: Newton, Sexibition... En estas me ato y le voy a dar un pegue en polea. Apenas unos tres metros y antes de bloquear de izquierdas, en un mal gesto, noto como se me sale, otra vez, el hombro izquierdo. Tengo suerte porque voy en top rope y me doy cuenta pronto, así que me dejo colgar y echo mano al hombro antes de que se salga totalmente. Lo único que pienso en ese momento es que no me duele tanto como otras veces.

Tengo suerte, Quique, bombero y Chiro, G.C. del GREIM me lo reducen en nada con la ayuda de las manos de Farmas que sujetándome me dan más miedo que la propia luxación. Me sorprendo a mi mismo de la calma con la que reacciono. Durante la reducción de la luxación ya empiezo a pensar en lo que me ha pasado, ¿He hecho algo mal?, ¿He forzado más de lo que debería?,... Todas las respuestas, son que no. Después Quique me confirma que no hay causa directa, que ha sido y punto. También me pregunto; ¿Y ahora qué?, ¿Podré volver a escalar?, ¿Tengo que operarme?, ¿Tengo que dejarlo..?,... Aún no me lo creo. 

Este año, físicamente, estaba mejor que nunca, más fuerte y en forma que ninguna otra temporada. El hecho de estar actualmente sin trabajo, ha hecho que entre gestión y gestión, entre entrevista, curso y entrevista, haya podido (y debido, por salud mental...) entrenar y salir más a roca de manera controlada, siguiendo entrenamientos y descansos planificados, musculando y compensando el hombro para precisamente, evitar esta lesión... Ayer, de hecho, era un día de descanso activo. Nada, aparentemente, tiene sentido.

Recogemos el chiringuito, justo cuando viene Manu, al que Quique me presenta y le cuenta que nos vamos y lo que me ha pasado. Hablo con él, que también ha tenido luxación de hombro (el mejor alpinista español del momento) y se ha operado y se le volvió a salir. No se qué pensar ¿?

Nos marchamos, con los ánimos de todos. Se agradece. Aún queda bajar con un brazo y mucho cuidado y, por supuesto con la ayuda de Quique quien me va asegurando en los tramos más expuestos hasta llegar a las grapas donde me descuelga. Ya en el coche, decidimos ir a urgencias. Gracias al seguro que tengo, me ahorro las colas del Servet que, ese día, se colapsaron y tuvieron 8 horas de espera los que allí fueron. Tras una exploración y una radiografía, lo más importante es que el hombro está en su sitio y bien colocado, sin hueso astillado y me lo inmovilizan.
El hombre de los mil motes, "Citro" en la cueva

Al día siguiente voy al traumatólogo y, al otro, a hacerme una resonancia magnética. En la sala de espera, unas fotos firmadas en agradecimiento de Manu Córdova... Parece que unos y otros, cada uno por su camino, pasamos por los mismos sitios. El lunes tendré los resultados y vuelta al traumatólogo. Allí, decidiremos.

Pase lo que pase, y toque lo que toque, ya queda un día menos... Ah, y el 2.013, sigue siendo el año. Objetivo; terminar el año encadenando Babia, 6c+ y ya de cara al 7a...

NEVER SURRENDER!!!

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