Pues poco a poco. El sábado volví a ponerme el arnés y a atarme. A pasar miedo de primero con esparadrapo en el dedo. A Arrastrarme. A preguntarme: ¿Qué narices hago sufriendo sin necesidad de hacerlo..? Pero bueno, quien esté en el ajo ya habrá experimentado lo mismo que yo en más de una ocasión y hace falta que diga más. A pesar de todo, me gusta. Forma parte de mi. Me aporta mucho más de lo que me quita y lo puedo compartir.
Recojo a Iñaki en Valdefierro y las palabras inundan el coche. Al aparcar en la peña del reloj me dice que ya ha merecido la pena la salida... ¡Si aún no hemos empezado a escalar! Pues por eso... Nos vamos a la pared perdida y a pesar del bochorno que amenaza lluvia el día agunta y el Sol se esconde y nos deja respirar.
Comenzamos (a sufrir en mi caso) en El pollo el marido de la gallina, 6a+ y mi primer pegue es mejor que el segundo... Denota lo que va a ser el día. Después pruebo El niño mantis, 6b+ que me parece muy chula. Parece que el dedo aguanta, pero después de tres largos en los que estoy trapando y destrepando para intentar darme un aire en varios pasos los brazos se hinchan y no quiero formzar el dedo mucho más...
Decido darle para terminar a Bradicardia, 6a+ que me gusta y dejo mirada para mejor ocasión. Llego a la cadena "arrancando la moto varias veces", sudando como un pollo y vacío. El dedo molesta. Hay que parar ya. Objetivo cumplido.
Apenas vemos gente por Morata y disfrutamos de la calma y belleza del lugar con más colorido del que nunca he visto en él. A seguir entrenando! ... Y sobre todo, a seguir saliendo a roca.
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