domingo, 26 de junio de 2016

Sombras de verano, tan buscadas como las buenas vías

Ayer sábado, el tridente formado por Ricardo, Ricardo Jr., y yo marchamos tempranito para la Foz. Lógicamente, no hacía el calor de estos últimos días pero había que buscar sombra y cercanía...
El secano más puro y aragonés envuelve el singular enclave de la Foz

Al llegar, ya con la carretera totalmente arreglada, vemos que no va a haber mucha gente. Tan sólo Óscar en la cueva bricoleando y David y Marcos que llegaban en ese momento también. Nos dirigimos al jardín flotante. En general buenas vías y, lo más importante, sombra casi todo el día.
Por este estrecho paso se entra al barranco

Calentamos en La pareja almeja, 6b+ que no la había probado y tenía ganas. Tras Ricardo, me toca y le doy un primer pegue muy bueno, cayendo a dos movimientos de la reunión. Eso si, acabo inflado. Vuelvo a equivocarme en el calentamiento... Pero ahí no terminarían las dificultades de la jornada para mi, tras casi un mes sin tocar roca y entrenar cuando he podido.

Ricardo, monta lo que en principio era para mi el objetivo a trabajar ayer, Espalda cangrejera, 7a. Pero la vía me ha gustado y decido darle otro pegue, así que la dejamos montadas y, también Espalda... 

En estas que sigo yo en la que ha pasado a ser mi objetivo La pareja... y doy uno de eso retropegues en los que tras dos movimiento, ya uno ve que no y decide bajar para volver a empezar desde el suelo. Sin embargo, sigo sin haber recuperado los antebrazos y tengo que parar y descolgarme a mitad de vía para reposar mejor.

Entre tanto montamos un columpio para Richie que la verdad es un cielo de crío y nos permite escalar y echar unas risas con sus juegos entre pegue y pegue. Después Ricardo, va a por Torolobo, 7a+/b en el primer pegue cae en el paso clave, pero lo resuelve y en el segundo pegue encadena sin mucho problema.

Sigo con mi tarea del día y en un tercer pegue vuelvo a resolver y matizar mejor los movimientos para en un siguiente pegue, con los brazos esta vez si con buenas sensaciones, lanzar un ataque final. Pero no lo hubo... Ya el hecho de que uno de los pájaros de un nido sito en uno de los agujeros de la vía, se cagara en mi antebrazo, debía haberme hecho presagiar que iba a encadenar la vía, pero no ayer. Tal cual comienzo con los movimientos memorizados a correr por la vía mis dedos arden y, a pesar de intentarlo, vuelo y me tengo que bajar. 

Las yemas de los dedos rojas y sudando, brillantes y alisadas, una ampolla en el dedo anular y muchísimo escozor en las manos me dicen que, muy a mi pesar y con los brazos y cabeza respondiendo, la jornada ha concluido para mi.

Ricardo, por completar el día, hace en dos pegues Regleta, regletae, 6c+/7a y desmonta, encadenando de nuevo y otra vez en polea Espalda... Aún le montamos otro columpio a Richie y tras recoger cacharros y juguetes, nos volvemos para casa. 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Qué recuerdos leyendo los nombres de esas vías! Las he hecho todas, te recomiendo Pedro la Torolobo! Muy buena. Qué recuerdos de la Foz!
Saludos,

Pedro Herrero Goizueta dijo...

Jejejejej! Te has puesto nostálgico, eh? Pues si. La verdad es que me gustaron. Aunque Torolobo me queda lejos aún. Pero las otras las he estado probando y disfrutando. Un abrazo Marcos!