lunes, 6 de junio de 2016

Ya llega el calor, ya llega la fruta y, yo, recogiendo frutos :)

Continuamos con las denominadas "salidas express" Sergio y yo mano a mano. Él tiene que preparar la prueba de violonchelo y para ello ensayar mucho y, yo, básicamente soy autónomo. Y gracias que tengo un socio que me cubre una mañana/tarde a la semana y, claro, yo a él también... Aunque para intereses distintos.

Los míos, últimamente se sitúan en la roca y, con Sergio, en el puente de roca de Morata. Allí que he ido tachando 6a's que cuando empecé en esto me hicieron volver a casa con las orejas gachas y, probando vías más interesantes y más duras.

Nos ponemos a calentar directamente a la zona donde está mi objetivo Paranoia, 6b+, en Metanoia, 6b otra vía que probé hace dos o tres años y que quiero poner en la lista de "asuntos pendientes". Me hace recalentar y casi, casi... Que ya no recupero en toda la mañana. Qué chulas son estas vías...

Después pasamos a Paranoia, 6b+ y el primer pegue, sin haber recuperado todavía antebrazos de antes, me hace colgarme tras el paso más duro. Con las manos abriéndose y los antebrazos con pinchazos. Falta resistencia por todos lados, pero bueno, hemos venido a escalar.

Toca tercer largo y Sergio repite vía y desmonta Metanoia, 6b tras insistirme en que repose y vuelva a darle, con los movimientos bien aprendidos, a mi objetivo.

Así lo hago... Típico pegue que empiezo mal. La cuerda molestando con la primera cinta. Me bajo otra vez y volvemos a empezar. Durante el reposo y tras un fallo en un agarre que me hace gastar mucha energía en el primer pegue, hago hincapié en no enfadarme conmigo mismo e intentar cambiar los mensajes negativos que rondaban mi cabeza junto al cabreo ("Eres un paquete.", ... "Lo has hecho bien otras veces, ¿Qué estás haciendo ahora?", "Estás petado, ya verás como no vas a llegar al reposo."...)  por otros positivos ("Has venido a escalar. Disfruta, que hace un día muy bueno.", "La vía es *****, concéntrate en ella y nada más ", "No te va la vida en ello." ,...)

Total que a pesar de sentirme cansado y con los antebrazos hinchados, creo que resulta. Me planto en el paso, respiro tras una primera sección intensa, y sale como si nada, fácil, como nunca hasta ahora me había salido. Casi me quedo paralizado de la sorpresa, un segundo después reacciono. Hago los movimientos de memoria (a pesar de ser el cuarto pegue que le he dado...) y sigo hasta la repisa donde puedo soltar brazos antes de la última parte. En el primer intento de salida del reposo me equivoco de agarre y tengo que volver al punto de partida, volver a soltar brazos y esta vez, si, salgo bien, aguantando y con la reunión en la cara, el miedo al éxito me ronda. Pero aguanto. Un agarre de hombro de izquierdas con pies en adherencia que me hace sudar de lo lindo. Tengo la cuerda en la mano y mientras intento regular la respiración deslizo la cuerda por el mosquetón y ya.
Sergio en uno de los aseguramientos de estos días conmigo por ahí...

Grito de alegría verdadera. Qué gozada. Qué recompensa. Ha sido una lucha para mi y disfruto del triunfo. Aunque ha sido más importante para mi el haber sido capaz de cambiar de actitud. Creo que me puede ayudar a encadenar más vías y mejorar personalmente también.

Desmonto, estamos servidos y bajamos para Zaragoza. Escribo esto fresco para intentar no dejar de reflejar nada de lo que he sentido y pensado en esta jornada de escalada. Lo mejor, que quedan muchas más.

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