viernes, 8 de mayo de 2020

Fase 0

Retomamos la actividad, retomamos el blog... Con cuidado, eso sí.

Lo primero que pensé al declararse el estado de alarma y comenzar a ser consciente de la imposibilidad de salir a escalar, hacer monte, etc. Era que, aparte de buscar la forma de hacer deporte en casa, sería la primera vez que iba a tener que parar sin que fuera por culpa de una lesión. Así que eso me motivó porque cuando volviera, no iba a ser saliendo de una lesión. Lo vi como una oportunidad de reforzar puntos débiles (cabeza, hombro...), descansar y "hacer ganas". Así que me puse a ello.

Tablas de aeróbico, HIIT, hombro, estiramientos e, incluso, Yoga. Esto último no lo había probado hasta ahora y he de reconocer que me ha gustado mucho. Lo bueno de lo malo es que tarde o temprano termina pasando.

Esta semana se ha permitido, en horario restringido y respetando una serie de medidas sanitarias... Comenzar a hacer deporte al aire libre y de forma individual. Lo cual, con el tiempo que además está haciendo en Zaragoza las última semanas, es una gozada. Esperemos que dure y pasemos a Fase 1 y no a Fase -1.

Para empezar, el sábado hice la ya para mi clásica primaveral de subida corriendo al Cabezo de las Zorras (versión corta de 10k). Sensaciones de pulmones y corazón buenas pero a partir del km8 con molestias en las piernas. Bueno... Quizás demasiado para primer día después de dos meses por casa. A estirar bien y recupear. 

Dos días más tarde, decido probarme de nuevo y hago 7km en otra clásica para mi por el parque del barranco, tercer cinturón y canal. Aunque sigo con molestias parece que van remitiendo y recupero bien.













Tres días más tarde toca cambiar y probar con la bici. Quedo en la distancia con Alberto y vamos a hacer las parideras Gómez. Circular desde Torrero con vuelta por Casablanca y parque grande. Sin llegar a entrar en Cuarte disfrutamos de una magnífica tarde y una bonita y agradecida ruta. Primera parte principalmente en subida y segunda mitad a gozar. Bajada mantenida hasta Zaragoza ciudad.

Con la noche en los talones (pensaba que la luz aguantaría más...) y ya por Torrero, de repente noto algo raro en la rueda trasera. Paro y aviso a Alberto... En un instante, el aire ha desaparecido. Tengo que volver andando con las calas hasta casa... Este finde toca cambiar la cámara. Bendigo la suerte que he tenido al no haber pinchado a mitad de camino y estar a apenas 20-30 minutos a pie de casa. Uf...

Me despido en un cruce de Alberto y disfruto del paseillo hasta casa en una noche fabulosa. Esquivando personas y rezando porque esto aguante y no retrocedamos... Seguimos. Poco a poco...



No hay comentarios: