domingo, 23 de febrero de 2020

Nada cambia. Todo es distinto

Seguimos con la buena dinámica, propiciada por el buen tiempo, de salir a escalar. Entre semana mucho trabajo, cansancio, entrenamientos, planes para el fin de semana, marrones que hay que ir afrontando... Rutina, vamos.

Este fin de semana, Leticia, una compañera de trabajo me dice que se anima a probar... ¡Cuidado que engancha! ;) Cuando se concreta el plan con los del tablón (Trasobares), quedo con ella el sábado a las 08.30 y ponemos rumbo a las orillas del Aranda en la cara oculta del Moncayo.

Al llegar al pueblo, aparcamos y bajamos al bar del camping a tomar un café. Al poco rato llega Luismi y después Limón, Crispi, Kike y Atenea. Los últimos, Dani y María que han hecho noche allí en la caravana. Tras las presentaciones y terminar con nuestras dosis de cafeína (los buenos dicen que la escalada empieza con un café solo...) ponemos rumbo a las vías que hay al Sol en el sector tocho del camino. Como dice Luismi, va hacer un día pistonudo. Casi hasta demasiado calor para trepar...

Como es el primer día de Leti en esto de la escalada, monto un par de quintos que hay por allí de manera que le pueda dar poleas "Un rayo de Sol, IV+" y "Al estilo Puccio, V". Se está muy bien para empezar al solete... La verdad es que para no haber escalado nunca ni en roca ni en rocódromo lo hace muy bien y además encadena las dos vías en top rope. ¿Hemos descubierto una escaladora...?

Después, para calentar hago tres largos en las vías de la derecha. Los dos 6a seguidos y ya me noto algo cargados los antebrazos "Con la música a otra parte, 6a" y "Mira-Huerta, 6a". Luego el 6a+ en el que me equivoco arriba y vuelo "Si Kortatu tiene sed, dale de beber, 6a+". Genial porque ya no tengo en la cabeza durante la escalada otra cosa que precisamente eso, escalar. Muy contento porque voy quitándome miedos y bloqueos que me están permitiendo, además de escalar mejor, disfrutar. Y, claro, con eso... Los resultados vienen más fácilmente. Pero sobre todo contento porque estoy disfrutado como nunca antes de la escalada.

Descarto darle otro pegue a la vía y encadenarla. Estoy calentado y ya está bien por ahora... Me reservo. Limón ha hecho "scouting" para mí y me dice que tengo que probar un 7a+ que hay que tiene un bloque a la entrada durete pero que al ser largo se me dará bien y luego es un 6b de aguantar. Me sorprende su propuesta porque no he encadenado aún 7a. Cierto es que todos los que me ven entrenar me dicen que tengo fuerza de sobra para hacer 7a y más pero, aunque progresado en mi proceso, me parece que aún me queda para lograrlo... No obstante, le digo que sí porque precisamente de eso trata el proceso; hacer el trabajo entre semana, aprender a disfrutar de ello escalado todo lo que me sea posible y confiar en mí.

Por un momento dudamos de escalar en otra zona y evitar el Sol pero no me preocupa hacer o no esa vía. Finalmente, sí, vamos para allá. En el sector la nevera, está "A Marte, 7a+". Luismi la monta, me comenta cómo la ve, los pasos, su método, etc. y después, le doy un primer pegue. Me cuesta resolver un poco el bloque de entrada porque tiene dos métodos; primero lo intento como me dice Limón (que también es largo...) con un bloqueo de izquierda muy duro y pies malos que, aunque lo hago a la primera me parece muy bestia para poder luego seguir y encadenar... Dudo... Pruebo el método de Luismi que aunque tampoco es fácil, me parece menos físico y eficiente de cara a poder llevarme la vía después. Se trata de juntar manos en la lateral clave del paso y de allí en dinámico y puteando en buen pie con la izquierda tirarle a otra lateral desde la que salir ya y llegar al mismo cazo donde terminaba el bloqueo del primer método. Me convence más. Ok...

Después la vía es placa desplomada de buen agarre por lo general con alguno más pequeño donde equilibrarse y aprovechar que los pies son buenos para colocarte y llegar ya a mejor presa, alrededor de 6b. Tiene otro pasete arriba desde un invertido no muy atractivo pero que tras chaparte, subiendo bien pies y arrimándote a la pared se hace mejor y se alcanza una secuencia de cazos que te permiten en travesía a la derecha salir de la panza y llegar por una escalera a la reunión. Le veo color, la verdad... Y de cabeza fenomenal y eso que las chapas de arriba alejan. Me siento muy bien.

Me bajo y descanso. Luismi me dice que le dé 3 o 4 pegues hoy y termine de matizar. Le digo que sí, que sí... Y también que, oye, igual en el siguiente pegue me la llevo y todo, jajajajajja. Mientras Dani y Mara que acaba de llegar le dan pegues también. Kike está con Limón en "Equipada de día escalada de noche, 6c" una vía muy chula que probé la anterior vez que vine y Dani se lleva a vista "Pasatiempos, 6c+". Además, les monta a Crispi, María y Leti "La meada de perrillo, V+". Leti se da por servida y se le ve cansadilla. Para primer día o está nada mal.

He descansado. Llega el momento de volverme a encordar, visualizar los pasos de la vía de nuevo, ponerme los pies de gato, untarme el magnesio en las manos, respirar... Choco los puños con Luismi que me asegura y al lío... Voy bien aunque me empiezo a notar cansadillo de todo el día y con la piel algo justa pero escalo muy bien las dos primeras chapas de desplome con canto y llego a la tercera, al bloque, junto manos, coloco pies y casi en horizontal me balanceo y lanzo a la lateral. Al cogerla se me escapa un grito de esfuerzo pero ¡Me quedo..!

Respiro, escucho las arengas de los compañer@s y también sus advertencias y es que aún quedan metros... Chapo la cuarta cinta y suelto brazos, reposo, respiro, repaso la siguiente secuencia y llego hasta la quita cinta. Lo mismo, voy subiendo de cita a cinta, recuperado todo lo que puedo hasta plantarme en el paso del invertido antes de la reunión. Lo tengo en la cabeza perfectamente secuenciado, las fuerzas parece que responden, sólo necesito que no se rompa nada o resbale (suerte, vamos...) para poder encadenar. 

Tras chapar desde el invertido, ya protegido, bajo un poco para recuperarme un pelín del bloqueo del chapaje y vuelvo a ello... Cojo el invertido con la izquierda, saco derecha, le cruzo izquierda, paso pies a la derecha, bloqueo y derecha a cazo de salida, muevo pies, cazo de izquierda, subo pies, cazo y... ¡Chapo la "r"! Grito de alegría, comparto este momento con tod@s y dejo en esta vía tanto... Mis amigos saben que ha sido un año duro en muchos aspectos, también en el físico con dos luxaciones de hombro y muchísimo trabajo detrás para esquivar una nueva operación y no renunciar a esto que tanto me gusta y da.

Hoy me toca pagar a mi las cervezas. El que encadena subiendo grado ese día se paga la ronda. Luismi me abraza con más alegría que si hubiera encadenado él al bajar y me pregunta que si noto algo diferente, que si ha cambiado algo y me sentía distinto mientras se ríe. Efectivamente, todo sigue igual. A nadie más que a nosotros nos va a importar esta ridícula hazaña porque como le decían los padres de Cristina a Limón y a ella al ver a unos escaladores el otro día: "No entendemos para que subís si luego bajáis...". Como titula el gran clásico de la literatura de montaña "La conquista de lo absurdo", pues eso. Todo es absurdo, en realidad.

Los amigos cercanos, especialmente los que escalan conmigo pero también los que aguantan mis "chapas" de escalada al preguntarme qué tal el finde, etc. Los AMIGOS saben lo que esta absurdez significa y representa para mí. Y mucho más que en lo deportivo, en lo personal. Este post va para ellos porque me han apoyado con fuerza en mis lesiones, iluminado en los días grises y, lo más importante, disfrutamos juntos cuando comparto mi alegría con ellos.

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