domingo, 5 de julio de 2020

Fin de curso

Bueno, todo llega a su fin. Empezando por las salidas vespertinas entre semana a escalar. Y es que julio, para mi es el peor mes en cuanto a volumen de trabajo en el año, así que toca confinarse en el despacho.

Antes, vuelvo a las buenas vías "old-school" y mejores conversaciones con Antonio. Nos vamos el jueves, con el cuerpo algo escombroso, a la pared perdida en Morata. Allí calentamos en Iniciales, V que me parece entretenida y, aunque veo en mi libreta que la tenía hecha, no la recordaba...

Pasamos a cositas más serias. Vamos a De Torres a Morata, 6a+. Una vía que va de menos a más, teniendo el crux en la parte de arriba con movimientos de placa, de navegar. Muy chula. "Calité".

Para terminar (llevamos toda la tarde con amenaza de tormenta y chispeando desde el primer largo...), le damos a Corín Tellado y este cuento se ha acabado, 6b (que algunos creen está entre b+/c). Vía de placa con desplome y paso difícil (bloque para "largos") al principio y llegada con premio a la reunión. Muy buena. Me cuesta dos pegues.

Lo dicho, la tormenta llega y, bueno, son ya las ocho y disfrutando de la lluvia nos vamos para el coche.

Casi no tengo piel y estoy cansado. El viernes después de la siesta, tras hablar con Limón y rechazar su propuesta de escalada -indeterminada- por falta de piel, decido hacerme rápido la bolsa y tirar para Jaca. Algo haremos. Hablo con Carmen y me dice que igual hacemos algo con Santi y sis hermanos. Me basta y sobra. Cojo el coche y me planto allí para tomar una cerveza antes de cenar con ellos.

Me comentan que, finalmente, saldremos el domingo. Así que el sábado pinta día de relax. Ceno, veo una peli de Indiana Jones que echan en la TV y a la cama. Cinco de la mañana y ya estoy despierto. El barullo de esta semana agita mi cabeza y sé que ya no voy a poder volver a dormirme por lo que decido descansar en la cama un poco más y hacer tiempo mientras pienso en intentar hacer doblete y salir esa mañana yo solo a hacer una "mañanera"...
























Desayunando, decido hacer el pico de la Moleta. El verano pasado, debido a un percance que tuvimos nos bajamos en el carretón. Como la tenía pendiente, el camino era conocido y la duración comedida, a pesar de tener +1.500m. me animo a ello y a las 8 estoy aparcado y empezando a andar en Canfranc estación.
























El camino como contaba en el otro post (#la moleta) comienza por un cómodo sendero entre el bosque, aunque no dejaremos de ascender desde su inicio hasta la cima. Cubro el primer tramo hasta el carretón sin parar -excepto para tirar alguna fotillo- en apenas hora y media. Llego allí completamente sudado. Como algo, bebo y continúo por la pista que da acceso a una pradera donde inicia un sendero entre hierba marcado con hitos.

Poco después, el sendero deja de ser herboso y hay que adivinarlo y estar atento a los hitos ya que el terreno se vuelve totalmente pedregoso, aunque el pico se ve perfectamente y el camino no presenta dificultades. Por ello, vamos casi en línea recta hasta situarnos en su base. Allí, subiremos por una canal que nos hace recoger los bastones para poder ayudarnos a trepar con las manos.

En la parte superior de la chimenea, nuestro camino se une con el de la posible bajada hacia el ibón de Iserías y el valle de Izas. Continuamos ascendiendo y pronto accedemos a una pradera herbosa que nos conduce hasta la cima de la Moleta. Las vistas son increíbles. Me encuentro con 3 vascos que irán a la Pala de Ip y unos trail runners con los que comparto el último tramo de subida desde el carretón. En una tres horas he llegado a la cima. Once de la mañana. Disfruto del buen día, las vistas, como algo y recojo todo.



Bajaré por el mismo camino por el que he subido ya que es el más corto. Llegaré a la una a Jaca para ducharme, comer y echar la siesta. Todo sale perfecto... Excepto que hago sendas ampollas en los dos dedos gordos de los pies. Las curo y aunque no son gran cosa, mañana queda descartado irme con Carmen, Santi y Rafa. Otra vez será.

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