viernes, 28 de agosto de 2015

Huyendo de la comodidad y del resultadismo

Cuando se empieza a escalar se suelen atravesar varias etapas. El orden de las mismas varía en función del escalador y de sus habilidades y actitud, de su forma de ser y de pensar, de sus valores, motivaciones en este deporte,... Pero hay elementos comunes y peligros a los que todo escalador debe enfrentarse.

La progresión en el grado forma parte del juego de la escalada. Esta puede darse de diversas formas: sostenida, por saltos o con altibajos. Pero la progresión no sólo es una cuestión cuantitativa. También ha de ser una cuestión cualitativa y más rica en concepto, internándose en cuestiones relacionadas con la superación personal y de los miedos, las limitaciones de cada uno, el compañerismo entre los compañeros de cordada, la salida de la zona de confort y muchos otros temas.

La escalada es una continua superación de obstáculos en forma de agarres y pies (o en ausencia de estos) que en analogía con la vida nos empujan ante situaciones límite en las que hemos de tomar decisiones. A veces las decisiones consisten en la forma de hacer las cosas y en la forma en que queremos pasar por esta vida.

Reflexionando acerca de estas cuestiones, ayer me vi en una conversación con Mon acerca de los objetivos de esta temporada. Como siempre se apunta en torno a las características de los mismos, estos han de ser: concretos, medibles, realizables, realistas y con un límite de tiempo. Pensando y comentando mis ideas en torno a la escalada este próximo curso, tomando nota de los apuntes que Mon me iba haciendo desde su experiencia y conocimiento de mi mismo en la amistad y como escalador, me he podido dar cuenta de que las características "realizable y realista" no están ligadas al acomodamiento, sino más cerca del valor de la humildad, del esfuerzo, de la prudencia, de la templanza, de la paciencia... Y que huir de la comodidad en la escalada y de la tentación de escalar suave o sin factor psicológico, no debe conducirnos a cometer el error de situarnos en el extremo completamente opuesto e igual de equivocado que es el de buscar escalar únicamente de una forma que lo único que conlleve sea encadenar grado.

Por ello, después de reflexionar en torno a todo ello y a las palabras que también con otros amigos, como Kike, he tenido en torno al objetivo de escalada de esta temporada, me he marcado el de escalar a vista en diferentes escuelas encadenando en todas ellas 6b y probando vías más duras que otros compañeros prueben (6c, 7a,...), procurando salir a roca una vez cada semana o diez días. Creo que es un buen objetivo, el mejor que me he podido poner. Consensuado con las personas que me conocen y enfocado a la mejora integral de mi persona, fijado de acuerdo a los criterios anteriormente indicados. ¡A por él!

Las fotos que he colgado son de ayer en Vadiello. Puede verse el ambientazo que había en el muerto y a mi en trancas y barrancas, 6c+ que junto a homo fatus, 6b son las vías que probé.


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