lunes, 4 de agosto de 2014

Sierra de Oroel; la Peña y San Juan

Recién llegados a Jaca, el primer día, a las 10 decidimos que, aunque sigue nublado y a pesar del granizo caído la tarde anterior, nos vamos a mover un poco. Como tenemos que estar de vuelta en Jaca al mediodía y, Carolina, no conoce el entorno de Oroel, decimos ir a subir la Peña.

A las 10.30 llegamos al parking y empezamos a andar. Fresco, húmedo y nublado el día, pero ideal para andar sin pasar demasiado calor y no haber madrugado. Nos cruzamos con trailrunners que puede que estuvieran preparando la cercana subida a la Peña que a mitad de Agosto tiene lugar, o simplemente entrenando.
Carol por el sendero que discurre entre bosque


Vamos ganando altura entre bosque que pasa de pino a abeto pudiendo ver en alguno de los claros que hay, unas buenas vistas de la ciudad de Jaca. Llevamos buen ritmo y pronto llegamos al collado donde se ve ya la gran Cruz de la cumbre. Disfrutamos con el paisaje, las vistas que pronto desaparecen entre las nubes que emergen y el cambio de vegetación.
Llegada a la cumbre por el collado

Disfrutamos de la cumbre. Descansamos un poco, nos hacemos las fotos de rigor y empezamos a bajar. Los ochocientos metros de desnivel se nos han hecho muy llevaderos. La bajada, mas. El camino esta mejor de lo que pensábamos por las lluvias del día anterior y nos lanzamos con trote alegre hacia abajo.

Es curioso que nos encontramos con conocidos, suben tarde. Llegamos al coche dos horas exactas después de haber aparcado. Hemos ido muy bien y sin forzar. Me sirve para ver que Carol va bien cuesta arriba y cuesta abajo y, así, poder programar otras ascensiones de mayor envergadura. Todo ha ido perfecto y a la una ya estamos descansando en casa.

A la tarde, después de la merecida siesta, Isa y javi nos recogen para ir al monasterio de San Juan de la Peña. Vamos a completar un día por la sierra de Oroel y sus mayores emblemas.

Tras pasar por Santa Cruz de la Serós, llegamos y aparcamos en el Monasterio Nuevo. Tras hacer un repaso a la historia, al patrimonio artistico y cultural y a la vida de los monjes cistercienses de lo que fue la cuna del Reino de Aragón, caminamos por un sendero hasta el balcón de los Pirineos. Allí, podemos contemplar una panorámica de la cordilleras desde Navarra hasta los Infiernos, con la jacetania a los pies.
Vistas desde el balcón de los Pirineos

Bajamos hasta el monasterio viejo. Se nos esta haciendo tarde, así que la visita la hacemos por nuestra cuenta. Increíble el lugar, la historia, el trabajo, ... Todo. Atardece y tras un día completo, nos volvemos para Jaca. La visita a Santa Cruz de la Seros, tendrá que esperar para otro día. Una pena, pero mañana toca viaje a Francia y no podemos llegar tarde.

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